Huellas mnémicas

Cláusulas del contrato

Como cualquier mortal, me aproximé a aquella mesa redonda de roble oscuro, que brillaba como si recién estuviera barnizada. En su centro estaba el temido contrato, perfectamente ordenado. A su costado izquierdo estaba la pluma y el tintero. Al otro lado de la mesa estaba un sillón hermoso, del mismo material que la mesa, y forrado con algún tipo de terciopelo rojo oscuro. Muy elegante, pensé.
En la habitación también pude observar una barra con diversas bebidas alcohólicas, donde podías preparar tu propio trago, si así lo quisieras.
Mi mente solo estaba enfocada en una sola cosa: los ítems de dichas páginas.

Hace un mes atrás, fui contactado por la organización para tener una entrevista, donde se habló de cómo sería el plan de acción de ahora en más. Que cosas debería cumplir, algunas demasiado protocolares, así como también pedidos que se hacían con respecto a la imagen y comportamiento social.
Pasó todo tan rápido que mis ojos se cansaron por un momento.

Comencé a leer el contrato lentamente, intentando interpretar todas las líneas, aún con bastante temor a lo desconocido. Siempre cuando uno comienza una nueva etapa, comienza el estrés y la ráfaga de pensamientos.
Esto era lo que quería. Total mis deseos podían concretarse, así también como los de ellos.
En resumidas líneas, me pedían que modifique la forma de comunicar las cosas, ya sean opiniones personales o discursos preestablecidos. También debería mantener mi pelo corto como ellos deseaban, así como la barba.
La selección de mi vestimenta monótona (al menos por un tiempo) también era regulada por sus empleados.
Pidieron además un contacto constante, casi como si yo me tratara de un informante, que delate a mi entorno.
También tendría que alejarme de mis amistades y familia, ya que las reuniones que pretendían q se lleven a cabo no se trataban de personas conocidas para mi, y siempre bajo la etiqueta de "negocios", cómo tiene que ser.
Me pidieron realizar ciertos ejercicios en soledad, donde podría ocuparme un poco de mi envase.
A cambio de todo esto, me ofrecieron cumplir algunos deseos personales, entre ellos el alargamiento indefinido de mi ciclo biológico vital, además de seguridad permanente ante agentes externos de la vida diaria.
Era un trabajo de ambas partes, tanto mio, cómo de ellos.
Luego de cincuenta minutos aproximadamente, termine de pensar que acción realizar. Y decidí, cómo todo en la vida, seguir adelante, sabiendo el trabajo arduo que vendría por delante.
Todo sea por que valga la pena.

Me asignaron un lugar nuevo donde reubicarme, además de mandarme en varias oportunidades regalos con los símbolos de la organización, para que decore aquel lugar lleno de luces, pero carente de emociones.

Hoy comenzó una nueva etapa, donde posiblemente esté encerrado bastante, donde no me veas caminar por la calle, al menos por un tiempo.
Sé que luego de este proceso de incubación, el producto final nos va a enriquecer a ambas partes.

-Donde camines veras opciones diferentes, pero cuando dejas de ver opciones, llegas más lejos-

Así comienza el viaje.