❍ ᴄᴀᴘíᴛᴜʟᴏ ɪ

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La vida del príncipe heredero era demasiado monótona y mediocre, o al menos eso era lo que sentía él mismo.

Aún siendo tan joven, creía que había estado viviendo una gran eternidad sin algún motivo, que no existía razón alguna que le diera fuerza para poder permanecer en una sociedad que detestaba y no entendía.

Nunca tuvo el valor para cambiar este hecho, y tampoco para erradicar aquel amargo sentir que yacía en lo más profundo de sus deseos. Fue así como terminó encarcelado gran parte de su vida, figurativamente hablando.

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"La vida es demasiado hermosa, puede que algunas veces parezca lo contrario, pero creéme que lo es."

Solía decir la mujer a la que más amó en el mundo. Tal vez la única persona que en verdad había merecido amor, su amor.

"Bebé, por favor no llores. Aún cuando la tristeza inunde tu corazón a gran manera, tienes que ser fuerte. Debes hacerlo por ti."

Le animaba mediante caricias y palabras ante las tristezas de un niño que recién comenzaba a vivir. Podía sentir claramente sus suaves y delicadas manos acariciando su cabeza, deslizándose por su cabello y mejillas. Limpiaba las gotas que se escapaban por sus ojos, no importaba cuánto reprimiera sus jadeos, la mujer siempre notaba su llanto.

"Shōto, no importa si el mundo entero está en tu contra. Yo estaré de tu lado siempre."

Le apoyaba cuando nadie más lo hacía, dando palabras de aliento y un cálido gesto que podía reponer su estado de ánimo y hacerle sentir que podía ser capaz de lograr cualquier cosa.

Sin ningún problema podía ver su rostro, una pálida y fina piel acompañada de una hermosa sonrisa y unos bellos ojos rasgados que se mantenían fijos en él; una cabellera albina siendo ondeada por el viento, junto a la ventana en la habitación de su infancia. Sin duda era la mujer más bella que alguna vez tuvo el reino.

Él recordaba cada palabra, cada detalle, cada momento a su lado. Eran de los únicos recuerdos que tenía, que podían catalogar como agradables o en los que en verdad sintió felicidad.

"Hijo, siempre estaré contigo"

"Porque yo..."

Y en ese punto todo se tornaba negro. Un horrible zumbido comenzaba a llenar el ambiente, y varios susurros se hacían presentes. Era un sentir abrumador, hacía que su cuerpo se pusiera rígido, un estremecimiento repentino, acompañado de una punzada en ambas sienes.

"¡Yo ni siquiera quería tener un hijo, nunca quise traer a una criatura a este mundo para que sufriera!"

"Da igual, de todas formas morirá"

"El príncipe es un fenómeno. Una gran deshonra para su familia"

"Si no hubiera sido por ti..."

"No tiene linaje real"

"Ojalá hubieran tenido otro hijo"

"Nunca debí permitir que nacieras"

Shōto no quería escuchar más esas frases. Se limitaba a ponerse de rodillas, apretar los ojos con fuerza y cubrir sus orejas con sus pequeñas manos, esperando a que todo pudiera parar. Voces sin un emisor aparente repetían lo mismo una y otra vez, sin ninguna pizca de compasión, un lenguaje soez que no parecía tener fin.

ᴅᴇᴀʀ ᴘʀɪɴᴄᴇ - 〘⋆TodoDeku⋆〙Donde viven las historias. Descúbrelo ahora