2008

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¿Quién olvida al primer amor de la secundaria? En realidad, nunca concreté nada con él. Ni sabía que yo existía. Era el popular de la clase, y de toda la escuela: lindo, alto, súper blanco, como si nunca recibiera la luz del sol.

No sé qué me enamoró de él, la verdad. Creo que fue la sonrisa; la sonrisa se convirtió en un requisito primordial gracias a él...

En fin, nunca confesé mis sentimientos ni hice un "avance" sobre él porque mi mejor amiga (como todas las chicas de la escuela) estaba enamorada de él, y decidí ceder el lugar, porque creí que ella era mejor que yo; que podía darle lo que necesitaba... y, ahora, años más tarde, me pregunto por qué pensaba de esa manera tan estúpida. Ahora lo comprendo: era  cobarde, joven e ingenua. No me importaba que fuera mujeriego y que siguiera enamorado de la misma chica que lo dejó hace meses, mientras se ponías de novio con otra solo para llenar el vacío...

Recuerdo que era una especie de lazo entre ellos, de la chica que estaba enamorado. Sólo me hablaba para pedirme que la llamara y que le comunicara que quería hablar con ella...

Sí, lo sé, el colmo del patetismo. Me conformaba con ese pedido, me hacía pensar que sí existía en su mundo... aunque fuera como una paloma mensajera, sabía que podía confiar en mí para algo tan importante... o eso creía.

Recordándolo, no sé si reír o llorar. Es mejor reír, porque ahora entiendo que era él el que no tenía nada para ofrecer, salvo un corazón roto. Prefiero conservarlo en mi memoria como el chico lindo, de sonrisa tierna y ojos color del cielo nocturno, tan valiente para decir lo que pensaba, pero tan patético como yo, anhelando una chica que no lo quería.

A todos los que rompieron mi corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora