La tarde era pintada de tonos anaranjados y lilas a la par de que el sol perdía su fuerte brillo, las personas caminaban cansadas camino a sus hogares, otras salían para divertirse mientras que los demás seguían con su caminata sin explicación, desde un punto de vista todos parecían pequeñas e indefensas hormigas, tan simples que en cualquier momento podrían ser destruidas.Si eres una persona muy observadora, te darás cuenta que esta historia se iniciará con una simple persona. ¿Un adulto?, ¿un anciano? O ¿en un niño? Si escogiste la tercera opción, acertaste, esta historia empezara con un simple niño pobre.
—Por favor! ¡Ayúdenme! — Un niño con ropas gastadas caminaba casi llorando por ese pequeño pueblo, la gente lo ignoraba o lo alejaban ya que podía contagiarles "una enfermedad" o simplemente era ignorado para que no se les pegara alguna maldición, estando desmoralizado el castaño se aferró a la pierna de un hombre que pasaba por ahí, pero en vez de recibir ayuda recibió una fuerte patada que lo lanzo al piso.
—¡Maldito mocoso inmundo, aléjate de mí antes de que me contagies tu mala suerte! — El hombre miro con malos ojos al niño, sus grandes orbes verdes cristalizadas vieron como su agresor se iba del lugar, las personas se le quedaron viendo un momento, pero luego de darse cuenta de que él era el hijo de la mujer que trajo todas sus desgracias se alejaron lo más lejos posible.
El infante se levantó del suelo cabizbajo limpiando el polvo de sus pobres ropas. Dispuesto a regresar con su madre para ayudarla.
Camino a casa con la culpabilidad de no haber encontrado apoyo se encontró con una joven monja sentada en una pequeña pileta de agua en la cual tiraba una pequeña moneda de plata con sus delgados dedos para luego pedir un deseo como lo hacían otras personas. El pequeño castaño no sabía qué hacer, pero no tenía otra opción, estaba desesperado y tenía que encontrar algún ayudante esta vez quisiera o no.
–Señorita!! ¡¡Señorita!! ¡¡Ayúdeme por favor!! ¡¡Mi madre está por dar a luz a mi hermanito!! ¡No hay nadie quien me ayude, por favor ayúdeme! –Suplico.
La joven monja al escuchar los gritos desesperados del menor busco con la mirada al propietario de esa voz. Bajo la mirada y encontró a un pequeño niño jalando levemente la falda de su largo vestido negro. – ¿Qué es lo que sucede pequeño? ¿Estás bien? – Pregunto con inquietud mientras se ponía a su altura y lo tomaba delicadamente de los hombros.
– Yo si estoy bien pero mi mamá no! ¡Está en mi casa y necesita ayuda urgente! – Sus grandes ojitos estaban a punto de cristalizarse y su voz a punto de quebrarse delante de la mujer, mostrando una mirada de compasión por el pequeño.
– Oh por Jesús, María y José! ¿Como que tu madre está dando a luz sin ayuda?! De inmediato iré a tu casa junto con una hermana mía, quédate aquí vuelvo en un minuto. – Tal y como dijo aquella joven, corrió hacia la pequeña capilla la cual no estaba tan lejos de la pileta, en menos de 5 minutos regreso con el niño y una monja más acompañandola, llevaba un cesto lleno de pequeñas mantas y hiervas de té y juntos fueron en dirección a la casa indicada.
Al llegar lo más rápido a la casa del niño, se encontraron con la madre del menor sufriendo por el parto entre jadeos, la joven monja sabía bien que hacer, pero admitía que los nervios la rodeaban al ser el primer parto que atendía.
— Señorita por favor guarde la calma, si sigue de esta forma perderá las fuerzas que necesitará más adelante — La acompañante de la monja se acercó a la mencionada para poder calmarla, noto que su vientre era un poco más grande de lo normal, aquello llamó su atención y regreso con la oji pardo. — Hermana Rosa, es posible que esta mujer este esperando dos bebés — Susurro cerca de ella para no poner mas tensa la situación.
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La Intrusa (L. 1)
RandomElla es la única de su sangre. Condenada a una vida de miseria y sufrimiento por el pecado que es hasta ahora cobrado por la Diosa de la Guerra. No es ni humana ni Amazona...ella simplemente es una intrusa... (Alv , que crazy xd) ☘Al que se copie de...