No se lo digas a Jimin (Yoonmin)

Motivo de matar a Nam

Yoongi se despertó con dolor de cabeza. Ayer había bebido demasiado, no debería haberse dejado llevar, además ese sueño tan raro...¿Decirle a Namjoon que le gustaba Jimin? Suponía que incluso si eso pasara su amigo no se lo tomaría mal, pero, ¿Yoongi aceptando sus sentimientos? ¿En qué realidad era posible eso?

En el momento que se puso de pie Namjoon entró a su habitación:

—Por fin despierta el bello durmiente, venía a levantarte ¿Sabes qué hora es? ¿Sabes cuántas horas llevo ahí, esperando?

Yoongi lo miró confundido, medio dormido y medio resacoso.

—¿Buenos días?

Namjoon cerró la puerta y se cruzó de brazos enfrente de él.

—Chico, anoche te veías con el doble de energía y con todos esos cambios de humor que tenías ¿cómo puedes estar tan tranquilo?

La cabeza de Yoongi daba vueltas:

—Un momento, me estas diciendo que enserio yo te dije que...

Namjoon alzó sus cejas, dándose cuenta que su amigo no recordaba lo sucedido. Sonrió, divertido, y dijo como si nada:

—¿Qué eres gay por Jimin? Sí.

El mayor se sentó en la cama y sujetó su cabeza entre sus manos, así que todos esos recuerdos borrosos eran verdaderos:

—Mierda, mierda, Namjoon yo...

El más joven se apoyó en la pared de enfrente y habló con más calma:

—Creo que tus palabras fueron...estoy jodidamente enamorado de Jimin.

Al escuchar aquello Yoongi se puso rojo hasta las orejas ¿Vergüenza? ¿Rabia? Ni el propio Yoongi sabía responder con seguridad:

—¡Namjoon! Lo siento ¿vale? Haz como que eso no pasó.

Nam se puso de rodillas para estar a la misma altura que su amigo,que seguía sentado en la cama, y poniéndole una mano en el hombro dijo:

—Hey, Yoongi, sabes que puedes decirme lo que sea, no tienes que disculparte. No me molesta, solo quería preguntarte que tal estabas respecto anoche .

—No debería haberlo dicho, puede ser tan problemático.

—Eh no digas eso, esta bien que te guste. Pero una cosa...

Yoongi alzó una ceja mientras Namjoon sonreía con picardía:

—¿Tanto te gusta nuestro Jiminie?

Le sonrió:

—Me gusta lo suficiente como para que me dé vergüenza admitirlo.

Ambos se empezaron a reír con ganas, se levantaron y Namjoon le dijo:

—Anda, vístete y sal a comer algo. Recuerda que puedes contarme este tipo de cosas chaval, para eso están los amigos.

Yoongi le sonrió:

—Ya lo sé, gracias Nam.

Namjoon hizo un gesto con la mano para despedirse y se fue de la habitación, pero Yoongi no pasó mucho tiempo solo pues enseguida entró Jin, con una cara de indignación:

—¡Oye Yoongi! Ya sé que no hablamos de ese tipo de cosas ¡Pero deberías habérmelo dicho! La cosa es que antes hablando con Nam de lo que te gusta Jimin y eso, he decidido que voy a ayudarte.

Yoongi lo miró como si hubiese hecho el mayor pecado del mundo.

—¿Qué Namjoon a hecho qué?

Jin hizo un gesto con la mano quitándole importancia, como si Yoongi no estuviera poniéndose rojo esta vez, de rabia:

—La cosa es que tengo varias ideas para que esto funcione, primero deberíamos hablar sobre...¿Yoongi?

Antes de que se diera cuenta Yoongi se estaba quitando su pijama. Jin lo miró sorprendido:

—Oye, vale que tengamos confianza, pero podrías cortarte un poco.

Vió como el chico se vestía con un chándal muy serio, incluso podía decirse que se puso las zapatillas con agresividad:

—¿Te pasa algo Yoongi? ¿Vas a correr o algo?

El más bajo se levantó muy serio y miró a Jin, que a pesar de ser más alto, se sentía intimidado por esa mirada.

—No, pero supongo que él lo intentará. Ahora Jin, quítate, tengo un asunto que atender.

Sacando las fuerzas y el valor que no tenía le preguntó:

—¿Qué asunto?

Yoongi bufó y con mal genio hizo el ademán de pasar, pero Seokjin volvió a cortarle el paso.

—Dime que asunto es.

Casi fue raro ver a Yoongi mirarlo divertido, este alzó las cejas y le respondió:

—¿Por qué quieres saberlo? ¿También me ayudarás?

Dudó, dudó en si debía responder, Seokjin dudó como nunca lo había hecho ante una pregunta:

—¿Sí?

Yoongi le dió una palmada en el hombro y le sonrió:

—Bien, ayúdame a matar a Namjoon.

—¿Qué?

Jin se quedó tan sorprendido que Yoongi pudo salir de la habitación con facilidad. Una vez fuera gritó:

—¡KIM NAMJOON! ¡Ven aquí cobarde!