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¿Cuándo fue que iniciamos con esto?



Ambos cuerpos danzaban esa noche a la luz de la luna llena. Ella era testigo del deseo y la lujuria que se vivía en esa habitación. Gemidos era la música que retumbaban en los oídos de ambos y hacían que la excitación subiera más y más de volumen.  



- ChanYeol... más~


Cada toque, cada caricia hacían disfrutar el pecado en sobremanera. Las suplicas les quitaban conciencia sobre lo que hacían y la voz del menor eran como droga, se hacían cada vez más adictiva.



-Mierda Baek


Un olor embriagante llenaba la habitación. En esos momentos ya no había mascaras ni actuaciones. La necesidad de tenerse el uno al otro era la perdición en la que estaban cayendo juntos y no había ni una pizca de remordimiento...



-Estas listo, bebé...- retiró los dedos del interior del menor y alineó la punta de su miembro en la entrada ya dilatada e ingresó lentamente todo su falo

-¡Channie!- gimió de placer al sentir como su interior era llenado por ese gran pedazo de carne



Si eran condenados a sufrir en el infierno, las sensaciones de ese momento valían al menos un millón de años siendo torturados. 



-Daddy, castígame~- eso bastó para que el mayor lo volteara de espalda e ingresara en una sola estocada su falo en el interior del menor. -¡Daddy!



Embestida tras embestida los hacía tocar el cielo. Nadie hizo sentir eso alguna vez. Ellos eran especiales entre ellos. Pero el deseo es un arma de doble filo.

Te cega, pero disfrutas como nada en la vida...



-Channie, vente dentro~


Incontables marcas adornaban ambas pieles, eran los mejores recuerdos de cada noche. Ambos las mostraban orgullosos y con adoración.



-Dios, eres fabuloso- después de tanto se permitieron fundirse en un beso lleno de ardiente pasión...

Amigos con Derechos || EXODonde viven las historias. Descúbrelo ahora