Narra Taehyung:
No puedo más. Simplemente no puedo más. He estado sufriendo mucho por JungKook y su grupo de "amigos" o mejor dicho, criminales. Lo he hecho porque lo amo y amo todo sobre él. Pero...creo que si continúo con esta bobada voy a terminar más herido de lo que estoy.
Cuando salí del hospital revisé mis mensajes. Todos eran de preocupación, ya que había faltado algunas semanas a la universidad. Pero hubo uno que me preocupo aún más que los demás.
Era uno de Yoongi.
Decía que sabía que estaba actuando raro desde hace tiempo. Que aveces mis explicaciones parecían mentiras y que todas mi heridas parecían demasiado serias.
Y es verdad, estoy mintiendo, pero lo hago para que no le hagan daño a Kookie. No quiero que nadie le ponga sus manos encima, sólo las mías.
Suspiré hondo y abrí la puerta principal con mis llaves. Entré a mi casa cansado con unas bolsas de una compra que había hecho. De verdad que tenía una hambre salvaje y no había mucho que hacer en mi casa. La cocina estaba algo oscura, asi que me acerqué a el interuptor para encender la luz y comenzar a cocinar algunos fideos.
Al ver la mesa del comedor caí al suelo temblando y aterrado. No puede ser, esto no puede estar pasando...¿Porque?
Mi respiración se volvió corta, mi sensible corazón por poco se detiene y mi cuerpo se paralizó al verlo.
-¿¡JungKook!?- y ahí estaba él. El hombre que apesar de ser abusador conmigo, era el amor de mi vida. Me levanté apegandome a la pared, mientras el sentado en la mesa, sólo me observaba atentamente.
-¿Qu-Que haces aquí?- pregunté casi con mi voz muerta. Él nunca había hecho esto, ¿Como carajos entró a mi casa?
Traía puesto un tuxedo pero sin chaleco. Sólo la camisa blanca con su corbata negro y pantalones formales. Su mirada oscura me cubrió por completo. Al igual que la sonrisa escalofriante y perversa se dibujaba en sus labios.
-Vine a visitarte, dejaste la ventana de la sala abierta para mi después de todo- se levantó de su silla haciendola chillar un poco y noté que traía con él un maletín marrón que parecía importante.
-Detente- ordené frunciendo el ceño, necesito saber que hay en ese maletín. Y es rápido.
Kookie se detuvo por un momento, rió fuerte para dejar el maletín encima de la mesa -¿Quieres saber que tengo para ti caramelito?- comenzó a aflojar su corbata de forma sexy, para quitarsela poco a poco.
La tensión era peligroda. Sabía que algo malo iba a pasar y tenía que hacer o protegerme rápido, a menos de que quisiera terminar como la noche de mi violacióm. Con esa expresión seria y fría corrí hacía la cocina y JungKook fue detrás mío. Por poco me resbalo al pisar de forma erronea, pero no caí al suelo por el apuro. Cerca de la estufa había un juego de cuchillos que había comprado. Estaban ordenados desde los más grandes a más pequeños pequeños. Tomé el más grande de ellos y me volteé para encontrarme con Kookie y su gran pecho.
Miró el cuchillo en mis manos y sólo permanezco en silencio.
-Si te me acercas...te juro que te mataré JungKook. No tendré pena alguna...tal como lo hiciste conmigo cuerpo- lo señalé con el filo del cuchillo y lo miré amenazante.
-Por eso estoy aquí Caramelito o debo decir...mi deliciosa Cameo- comenzó a coquetearme mientras mordía su labio inferior de forma sensual. Cameo...mi nombre. Ese maldito apodo.
De todos los apodos que VIXX me pudo poner, tuvieron que ponerme Cameo. Como si fuera una galleta, deliciosa, pálida y claro llena de dulzura. O asi era como ellos me lo explicarom.
-Si vuelves a llamarme asi...te juro qu-me interumpió con una risa. Una risa fría y retrasada, la única risa que me daba más miedo de Jeon JungKook.
-Tus ojos- Por fin habló -Tus ojos brillan como la luna en la noche, cuando te llamo Cameo TaeTae-comenzó a acercarse a mi, hasta que el filo del cuchillo llegara a su pecho.
-¿Sabes Taehyung? No quiero que pienses que lo de esa noche fue algo malo, porque no tengo intenciones de lastimarte- eres un mentiroso, un maestro de la mentira -Le había pedido permiso a N de tocarte porque le perteneces a él, y yo quería tener tu cuerpo esa noche especial- mantuvo una sonrisa suave y tierna mientras que el cuchillo le rozaba la piel.
-¿Noche especial? Creí que N me iba a asesinar pero, acambio me regaló a ti-bufé mientras sostenía el arma blanca temblando.
-Taehyung...N estuvo pensando en que te estamos abusando mucho. Asi que en esa noche decidió dejarte ir, con una condición- parecía estar hablando en serio.
-¿Cual es esa condición?- pregunté con el ceño fruncido.
-Ya no serás nuestra mascota, sino que serás libre como antes. Eso si, serás libre pero tu me perteneces. ¿A que me refiero? Bueno si yo te necesito para follarte duro tu debes obedecer y dejarte llevar por mi...eres mío- me quedé pasmado por unos segundos y luego reaccioné. Tengo libertad, pero sólo si soy de JungKook.
-Tu decides Cameo, o eres de todos o eres mío solamente- Kookie se alejó un poco del cuchillo y yo lo solté, dejando que callera a el suelo.
Si acepto seré sólo de Kookie y podrá hacerlo que sea conmigo. Pero...supongo que es mejor que una persona te toque a que lo haga todo un grupo de mafiosos.
-Jeon JungKook...acepto la oferta sin duda alguna- dije mientras cruzaba mis brazos en mi pecho.
-Genial...te avisaré cuando te necesite-Kookie hizo una reverencia y justo cuando iba a abrir la puerta principal, recordó.
-Olvide decirte, en la maleta hay algunos miles de dólares...son para tu cuenta en el hospital. Fui yo el responsable de que fueras alla asi que, tomalos como un regalo- Yo asentí rápidamente y luego vi como abrió la puerta y se fue.
Me pegué a la ventana y observé como este se iba caminando en la acera lentamente, como un tigre buscando a quien deborar. Gracias a Dios por ahora no fui su presa.
Taehyung estaba un poco aliviado.
Jimin comenzaba a tener miedo.
Yoongi no pudo con su curiosidad y comenzó a investigar.
Y JungKook...bueno, él se iba a conformar por ahora con su pelimarrón a caramelado. Pero tenía planes para optener a su persona más deseada. JungKook quiere robarle la rubia, tierna e inocente Oreo de Yoongi...Park Jimin.
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Oreo «Yoonmin»
Fanfiction¿Quien diría que una confesión de amor cambiaría la vida de siete chicos? ¿Que todas las fuerzas del mal irían tras ellos para romper su tan amistosa armonía? ¿Quien pensaría que todo esto comenzaría con un maldito paquete de galletas? •Shipps•...