¿Quien diría que una confesión de amor cambiaría la vida de siete chicos? ¿Que todas las fuerzas del mal irían tras ellos para romper su tan amistosa armonía?
¿Quien pensaría que todo esto comenzaría con un maldito paquete de galletas?
•Shipps•...
-No te preocupes amor ya voy de camino, se que estás desesperado, pero ya voy- colgué el teléfono mientras me aparcaba en el estacionamiento del parque. Hoy Yoongi y yo habíanos planeado una cita, ya que desde que comenzaron las vacaciones no nos hemos visto mucho en persona. La última vez que pude pasar tiempo con mi novio fue cuando Taehyung y Kookie confirmaron su relación. Lo cual debo admitir que no fue un buen momento para pasarlo juntos.
Me preocupa, de verdad me vuelven loco. Creí que Tae era alguna victima de abuso de JungKook y que por eso tenía sus heridas y vendas pero, me equivoqué. Creo que Tae decía la verdad. Porque si no fuere asi ¿Porque estaría diciendo o mintiendo sobre si relación con JungKook? ¿Cual sería el punto?
Esa fue una de las razones por el cual Yoongi me preocupa. Desde que dijeron eso y luego que Hobi se fuera del salón de esa manera, Yoongi ha estado un tanto curioso. Se pasa diciendome y preguntando cosas que ni yo puedo explicar. "¿Crees que Hoseok se halla molestado?" "¿Acaso es mentira?"
Su nivel de curiosidad eran tan desesperante que comencé a desvelarme por las noches...preguntandome las mismas preguntas.
¿Que le está pasando a mi grupo de amigos?
Suspiré pesadamente mientras rascaba mi cabeza por unos segundos. Luego me bajé del auto y le puse seguro para mantenerlo cerrado. Acomodé mi ropa limpia y fui hasta el café donde Yoongi me esperaba con ansias.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Cuando abrí la simpática puerta del negocio, una pequeña canpanita aviso a todos que había llegado. Entré con una sonrisa, mirando mesa por mesa para buscar a mi dulce azucar.
Y ahí estaba, sentado junto la ventana con sus auriculares puestos. Parecía estar tan entregado a la música que no escuchó la campana de antes. Me coloqué detras de él y puse mis dos manos en sus ojos, dejandolo ciego.
-He-Hey ¿¡Jimin!?- reí al ver su reacción, tocó mis manos con las suyas tratando de adivinar quien era-Vamos se que eres tu, puedo reconocer esas manos donde sea- se quitó sus audífonos y escuchó mi risa. Entonces dejé de molestarlo y me senté en frente de el en su mesa.
-Hola amor- no dejé de sonreír y menos cuando por fin podía ver esa carita roja por la vergüenza de a ver jugado asi con el en un lugar público. Solía ser muy reservado con eso.
-Me asustaste travieso- sonrió dulcemente, mientras jugaba con la cuchara que permanecía adentro de su taza de café.
-¿Ya ordenaste algo?- pregunté confundido.
-Asi es...se estaba llenando mucho, así que decidí ordenar por nosotros- tomó un plato que tenía una rebanada de pastel. Parecía ser de chocolate, ya que era blanco con pezados de esa galleta encima.
-¿Ordenaste eso para mi?- Yoongi asintió riendo, dejandomelo en frente de mi. Se veía tan delicioso que no pude contener mis ganas de meterle el dedo y chuparlo -Sabe delicioso- dije relambiendo mis labios. Nunca había saboreado uno con tanto chocolate.
