Me alejé lo suficiente de ella para tomarla por los hombros y con cuidado elevé sus comisuras del labio en un intento de sonrisa y logré lo que quería; una sonrisa se le escapó pero ésta vez verdadera.
—Todo estará bien —murmuré y ella asintió limpiándose las lágrimas que empaparon sus mejillas.
—Llegamos —su padre anunció y fijé mi vista en él un segundo para volver mi mirada a Emma.
—Llamáme cuando quieras, lo sabes —sonreí y me atrajo a ella para abrazarme nuevamente. La abracé muy fuerte para luego salir del auto no sin antes haber agradecido y despedido de sus padres.
Entré a casa y el silencio me invadió lo que hizo cuestionarme si mis padres o Ben se encontraban aquí.
—¿Mamá?— nada —¿Ben? —tampoco, entonces me acerqué a la heladera para ver si al menos había una nota ya que siempre lo hacían, ya sea, cuando salían y no lo sabía o simplemente algún recordatorio.
Entonces mi vista fué directo a una esquina de la heladera en la parte superior, dónde se encontraba esta vez una hoja de color distinto a las demás con sus notas que me sabía de memoria por cada vez que iba a buscar algo a la heladera. Me acerqué a ella y la despegue, cosa que tampoco fué difícil ya que sólo tenía pegamento en la parte de arriba.
"Teníamos reuniones de trabajo y Ben fué con sus amigos. No volvemos hasta tarde"
Con su firma a un lado "Papá y Mamá" escrita en la hoja, la dejé en la mesada de la cocina y fuí al sillón donde me tiré llevando todo mi cuerpo a éste.
«Genial, estoy sola» pensé y entonces la idea de siempre que me quedo sola en casa, llegó a mi mente. Rápidamente me levanté y fuí a mi habitación, mi vista se encontró con él tan veloz de la misma manera que fui hacía él. Con dificultades y algún que otro tropiezo pero aún erguida, logré bajarlo al living en su lugar, como su trono, o al menos yo lo llamaba así.
Lo enchufé y las luces se encendieron como también el equipo ni bien la corriente eléctrica llegó a éste.
Lo conecté a la televisión y en el buscador ya estaba YouTube así que sólo dí click. "Pop", ingresé en el primer y más escuchado mix que me apareció, como siempre. Me aseguré de que estuviera a todo volúmen tanto la tele como el equipo, y dí click al botón de play.
Y así fué como volví al momento más feliz que será siempre en mi vida; la música.
Después de dos horas aproximadamente, de gritar, sí, gritar, porque cantar no lo hago ya que por más que quisiera, no sé hacerlo. En las notas altas parezco un delfín.
Aunque ahora que lo pienso, mentira, de seguro hasta un delfín lo hace mejor que yo.
Un sonido horrendo hace que mire mi celular, me sorprendo ya que ese sonido corresponde a las llamadas y nunca nadie me llama, Emma no es, ya que a ella la tengo con otro sonido y que no es horrendo.
Me dirijo al celular que se encuentra en la mesada de la cocina, sí, tengo que caminar taanto.
«¿Quién me mandó a dejarlo tan lejos?» me reclamo mientras camino a la mesada, en la pantalla ya puedo ver con letras relucientes y azules un número, sí, tan sólo un número. Mi rostro se frunce, no lo tengo agendado ¿Quién es?
—¿Hola? —digo con duda reflejándose en mi tono de voz.
—Em, hola Lea, soy— escucho como la persona desconocida hasta ahora tose —...Soy Noah —mis ojos se abren al igual que mis labios, ¿Qué hacía él llamándome a ésta hora? ¿Cómo consiguió mi número?
—¿Noah?
—S-sí, soy yo, em— se lo notaba nervioso, muy, nervioso —. Te llamaba para decirte si mañana quieres acompañarme al centro— hubo una pausa de una milésima de segundo, luego un suspiro —con mi hermana, iremos a comprar las cosas para su cumpleaños, bueno, algunas cosas, ya sabes no podremos traer todo nosotros— confirmado, estaba muy nervioso —aunque, volveremos con mi padre o...en un taxi, sí, en un taxi de seguro...
Es interrumpido por mi risa, nunca lo noté tan nervioso.
—Noah, está bien, iré contigo y...tranquilo que prometo usar todas mis fuerzas posibles en las bolsas que luego debamos llevar a tu casa —comento para aliviarlo, me incomoda que esté tan nervioso cuando yo debería de estarlo, su hermana es... Buena, pero hay rumores que es muy celosa de su hermano, que no le importa quién se le acerque.
Escucho como ríe.
—E-está bien, paso a buscarte mañana a las 17pm.
—Bien, ya te mando la dirección, nos vemos.
—Adiós— se despide —y gracias —añade rápidamente y una sonrisa tonta cubre mi rostro al instante.
Finalizo la llamada y mis dedos rápidamente lo agendan en el celular.
Después de llevar el equipo a mi habitación, bajo y una vez más me desplomo en el sofá, la sonrisa aún no se ha ido de mi rostro.
Me quedo allí en el living mirando mis películas favoritas por... No lo sé, las miré demasiadas veces que ya no sé.
De la misma forma que no sé cómo dormiré hoy después de esa llamada.
muchas gracias por leer enserio, trataré de subir un poco más de seguido pero no prometo nada ya que no encuentro tanto tiempo para escribir, gracias! y nos vemos espero que pronto<33