El cadáver de una Rosa

Capitulo 4-En el Corazon del Pecado

Alicia se pone una bata negra y unas botas dejando expuesto su ropa interior, arregló su pelo un poco con la cuchara que fue lo único que se encontraba en la mesita de noche, apenas si se pudo rizar el pelo con el mango, se veía peor pero ya le daba igual.

Bajo las escaleras con cuidado y vio a un grupo de 8 personas enfrente de algo extraño, no sabía con exactitud qué era pero estaba intrigada, mínimo sabía que una de ellos era Rosse pero de los demás ni en cuenta. Bajo levemente las escaleras, para que segundos después Rosse se daría cuenta y gritase.

-Alicia baja te estábamos esperando- dijo la chica muy entusiasmada y contenta que ella llegase a la reunión.

-Perdona a nuestra compañera, es un poco eufórica- dijo Gloria enviando atrás a Rosse- Mi nombre clave es Gloria, bienvenida a los reclamadores- hizo una seña para que se integrase al grupo- conocerás a tus nuevos colegas.

Empezó con el mismo evidentemente, era un joven muy alto y robusto, no se le veía ningún rostro, solo su casco, que al igual que su armadura estaba corroída con el mismo tipo de químico que el de Rosse, era de color carbón con grabados dorados y varias telas rojas en señal de adorno, el casco de él simulaba una jaula con orificios en forma de cruz, su casco también tenía una especie de forma que simulaba un casco con máscara, pero evidentemente era un casco completo, empuñaba un gran hacha con una hoja grabada hecha a mano, el mango era de metal puro con un recubrimiento de cuero color blanco y hasta abajo estaba la misma esfera que tenía la arma de Rosse.

Luego presento a Pestilencia, una chica que por el momento dejó ver su cara, tenía una cicatriz en el ojo derecho muy profunda además que en ese ojo quedó ciega naturalmente, así que no le afecta demasiado, el otro ojo era color gris muy claro, casi tirando a blanco, tenía unos labios de color rosa pastel aunque la cicatriz pasaba por ahí también, básicamente le cubría toda la cara; su cabello era corto, de color negro y lacio. Su traje era una gabardina blanca con una coraza de metal, que a diferencia de todos los demás está si estaba limpia y no estaba manchada por el químico; su gabardina tenía otras partes con metal además de que esta también estaba bordada con hilos dorados, llevaba unas grebas similares a su coraza de modo de refuerzo de pantalones; empuñaba una espada de cristal negro, similar a la obsidiana pero mucho más resistente y pesada, el mango estaba forrado de cuero teñida de rojo, además de que llevaba la esfera en medio de la empuñadura y la hoja, usándola como adorno de esta, todo lo demás estaba hecho de oro puro.

Siguió con Guerra, una chica bajita con un cabello color gris oscuro, sus ojos sufrían de heterocromía, uno de sus ojos, el derecho, era color blanco totalmente aunque distinguible de su esclerótica, mientras que el otro era color vino, su piel era un blanco tirando a amarillo, parecía enferma o algo similar por su tonalidad de piel, esto se afirmó al ver que ella estaba en una silla de ruedas, al parecer sufre de leucemia, pero está muy controlada Gracias a un suero que está conectado a su vena de su mano derecha, Guerra vestía un atuendo más ligero sin mangas, dejaba ver una serie de tatuajes tribales en su brazo derecho que lo cubrían por completo hasta la mano, mientras que su otro brazo solo era una prótesis de metal con detalles de madera, y con ayuda de magia podía manejarlo sin ninguna dificultad, este brazo tenía grabados dorados en la madera mientras que en el  metal no había nada, su traje consistía de una gabardina negra, evidentemente sin magas para no sofocarla, además de que la gabardina poseía una capucha, ella tenía una especie de bozal muy bonito, tenía un grabado de metal de una rosa y el logotipo de Los Reclamadores.

De ahí se fue con Hambre, era un chico de estatura mediana, al igual que Gloria, no dejó verse el rostro, poseía una armadura de un país del oriente, desconocido por la mayoría excepto para Los Reclamadores, tenía un casco con un adorno de plumas de gruña, con unas hojas de espadas orientales de su misma región, en son de trofeo o algo parecido, portaba una máscara de un demonio nativo de su hogar natal, se llama Amigshaza el demonio de los guerrros y sus ansias de combatir, tenía cuernos y varios dientes afilados, posee 3 ojos y es de color dorado, Hambre lo asocia con una gruña. Su demás armaduras parecían láminas de madera reforzada con oro, llevaba unos ornamentos en su cintura del mismo material que su traje, estaba tallado en el logotipo de Los Reclamadores y varias flores de cerezo como adornos todo lo demás de su traje era negro con hilos dorados, su arma era un espada con un gran mango y una gran hoja, muy diferente a las del país, su mango estaba forrada con telas gruesas de color blanco con detalles dorados, la hoja era de cristal con la misma habilidad de las almas que todos Los Reclamadores.

Honor fue el siguiente, era un chico delgado y pequeño, su cabello llegaba hasta la cintura, era lacio y de color rubio, tanto su cuerpo como su cara poseían rasgos femeninos al igual que su voz, Alicia no sabía qué era hombre, al parecer le faltaba un ojo por que con unas vendas cubría su ojo de manera de parche, su otro ojo era de color zafiro, sus labios eran similares a las de una mujer, eran carnosos y rosas, portaba una armadura típica de caballero de la armada del reino, pero modificada, primeramente habían cambiado varías piezas por hierro negro, además de que los grabados eran hechos a mano, sus demás ropajes eran de color negro con bordes   dorados, sus pantalones estaban reforzados con el mismo metal pero a diferencia del resto está si estaba corroída por el químico, su casco estaba inspirado en una época antigua, la llamada Guerra de las 5 cruces que como su nombre indica su casco tenía una cruz en medio de color dorado.

También había alguien que no parecía ser un guerrero si no una ama de casa, una sirvienta, la chica se hacía apodar Mamá, Alicia no comprendía muy bien por qué una chica tan simpatizante estaría con unos cuantos sicarios muy bien armados, Pestilencia le explicó que ella es su hermana menor y que ella se vino con Pestilencia para estar a salvo y servir de alimentos a todos, la chica era delgada y de grandes atributos, su piel estaba algo maltratada y llena de cicatrices por cuestiones que Alicia aún no sabía, tenía varias lastimadas en los brazos, su cara era como el de una muñeca de porcelana, con muy finos rasgos, un pelo largo de color gris resaltaba más su belleza y unos ojos color ámbar que la hacían parecer la chica más bella del mundo, vestía un traje de sirvienta muy hermoso, de colores negros con un mantel parecido a las carpetas de macramé de color blanco con hilados dorados, su falda estaba adornada con flores blancas hechas de tela y con el mismo tipo de hilado dorado que tenía en la parte superior, tenia unas medias largas color blancas con un pequeño gato en ellas y unas botas negras que la hacían ver más alta.

La última persona no era como tal una persona, si no una armadura vieja, sentada en un trono de piedra con una espada en el pecho, era el primer Reclamador que existió, la armadura era negra con detalles dorados como cualquier armadura que compran los aventureros nuevos tras salir de la ciudad, pero está tenia algo en especial, tenia varias gemas protectoras y sellos de contención en su armadura, Gloria le explicó a Alicia que la armadura está así y está ahí por qué para ellos era su líder fallecido. Era un viejo general de un reino extinto por la ciudad Kahar-Gull, el quería la unificación de las casas y reinos para enfrentarse a una causa de mayores proporciones, algo muy incomprensible para todos, eso lo llevo a ser cazado por todos los mercenarios de todos los reinos, pereciendo por el ya fallecido Ghaul; Alicia aún no comprendía por qué tener a su líder putrefacto en medio de su sala.

-Disculpe señor Gloria...aún no sé por qué está su líder acá sentado y no le dan descanso eterno-dijo Alicia un poco apenada.

-Alicia una pregunta personal si no te ofende ¿crees en algún dios?.

-Ahh si,si creo en un dios, en la diosa Akala ¿Por que la pregunta señor?-dijo Alicia un poco nerviosa por la pregunta.

Cada ciudad por lo general le rezan a un dios, no existe una religión base establecida, Akala es la diosa de la ciudad de Kahar-Gull, ella representa la belleza y la sabiduría, es representada como una mujer voluptuosa y hermosa, de cabellos dorados y piel perfecta.

-Bien...Alicia Belmonthe ¿alguna ves has visto a tu diosa o has presenciado el poder de ella en alguna ves en la vida?

-No, pero tengo fe en ella-dijo Alicia mas confiada y más segura de sí misma.

-Vaya...tienes mucha fe en ella, pero qué pasaría qué el-entonces Gloria señala al trono del difunto lider- si nos puede dar su bendición.

-Quiero ver eso-exclamo Alicia con una seguridad que impresionó a Rosse.

Todos los Reclamadores sabían que iba a pasar, era una rutina matutina para ellos; Gloria empieza a desprender un aura negra y rojiza que lo envuelve por completo, Alicia se cae al suelo de la impresión, ella pensaba que el gas que respiró cuando estaba en el bar era una granada que tiro Rosse, pero no, era un aura que ella misma emanaba. Cuando el humo se dispersó Alicia observó a un Gloria totalmente diferente, dentro de su vacío casco se le observó unas luces rojas donde debían de estar sus ojos y su arma empezó a resplandecer en un aura igual a la de hace rato.

-Y bien Alicia...ahora dime si Akala puede bendecirte de esta manera como lo hace nuestro señor.

-¿Que diablos son ustedes?- dijo Alicia en shock y temblando en el suelo.

-Somos personas sin nada que perder...como tú.