Para Ti Es Mi Voluntad (Química Entre Nosotros I)

Capítulo 24

Por la tarde, me reuní con Francesca en el club, porque me había citado para algo que tenía que ver con el caso de mi herencia familiar. Quizás sean buenas noticias.

Cuando entré en el bar, vi que ella estaba sentada con un café encima de la mesa y viendo una carpeta en color salmón.

Me senté en la mesa y pedí un café manchado para mí y mientras que Francesca me decía:

―Tengo buenas noticias, cara.

―Por favor, no me digas eso. Daniel, Ignacio y Darío me dicen eso ―dije―. Es bastante incómodo.

―Va bene.

―¿Qué noticias son esas, Francesca? ―le pregunté.

―El juez llamó para decir che ha catturato il vostro caso para recuperar tu herencia familiar.

―Questa è una buona notizia!

―Lo sé.

―¿Qué tengo que hacer ahora?

―Niente ―dijo―. Solo esperar a las noticias del juez.

―Vale.

Hicimos una pausa:

―¿Come te va tutto? ―me preguntó.

―Todo más relajado. Creo que desde hace un mes he encontrado la paz que tanto he necesitado.

―¿Quieres seguir divorciándote de tu marito?

Asentí.

―Voy a mirar si puedo echar hacía atrás los documentos que firmaste en Las Vegas. ¿Habéis firmado algún consentimiento en la ciudad de Florencia después de casaros allí?

―Sí. El que firmamos cuando nos casamos después por las leyes de Florencia. ¿Eso influye en mi divorcio?

―En la ciudad no. Pero al casaros antes en una ciudad que no es la vuestra puede haber complicaciones.

―Espero noticias de eso cuanto antes, Francesca.

―Sabes que sí, Katherine.

―Por favor. Ya sabes cuál es mi verdadero nombre.

―Vale. No te preocupes, Inés.

Tras decirme que tenía posibilidades de denunciar a mis hermanos y a Estefan, Francesca y yo estuvimos hablando largo y tendido de varios asuntos que no tenían que ver con ello o con mi divorcio. Asuntos que tenían que ver con mi futuro después del divorcio. Y aunque sabía que las cosas entre Darío y yo podían torcerse aún más de lo que ya habían estado, no me importaba con tal de acabar con todo aquello de él que me hacía daño.