Capítulo 6

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Eché a correr hasta la casa y Michael me recibió en la entrada muy amablemente abriendo la puerta mientras yo entraba disparado como una roto hacia mi habitación.

Cuando entre en ella cerré la puerta con seguro y me acerque a mi cama sin reparar en la presencia de James. Espera ¿James? Pero si él estaba con mi hermano en Hansport. Eso solo podía significar...

-Solías saludar.-afirmó James con una irónica sonrisa muy típica de él, que en otra persona luciría de lo más vulgar pero en James solo hacía que luciese más agraciado.

Con su cabello castaño rizado, sus ojos azul cobalto y su sonrisa condescendiente debió de haber sido un hombre muy apuesto. Pero yo soy un hombre también y no quería pensar en ello.

-¿Todo bien bribón?- Esa era mi amistad con James, sin silencios incómodos ni ridículas formalidades.

-De maravilla-sus ojos comenzaron a brillar-Ernest y yo lo conseguimos.

Como cada vez que hablaba de Ernest su rostro se iluminó.

-¿Pero qué me dices de ti? Dime que ya encontraste a alguien que valga la pena.

Me ruborice. A diferencia de mi hermano, que salía con una dama distinta cada semana, yo no había salido con ninguna a lo largo de mis dieciséis años.

Me vino a la mente Eleanor, pero ella solo era una amiga, jamás me vería de otra manera, pero tampoco es como si yo quisiese que así fuese, sin duda era hermosa pero apenas le conocía.

-Conocí a una joven.-Respondí sin pensar.

-¿A si? ¿y qué tal?-dijo James con sorpresa.

-Es una Owlnight-al ver la cara de incredulidad de mi amigo añadí-Es...diferente.

No podía decirle que era un espejo de almas, él seguramente respondería que esos eran simples cuentos para asustar a los niños.

-Ya veo-respondió algo decepcionado.

-Pero, ¿Cómo esta Ernest?-pregunte en un intento de desviar el tema.

James pareció sonrojarse, sin embargo no entendí el por qué.

-Está hablando con tus padres. Al parecer algo inquieta al duque.

Mi padre ciertamente parecía ansioso pero ¿cuál sería el motivo?

-Tú no te preocupes-dijo palmeando mi hombro-si algo ocurre Ernest nos lo dirá.

James sonrió.

-Tienes razón.-Sonreí convencido para restar importancia a la situación.

James asintió comprensivo, pero un instante después su rostro se ensombreció.

-En realidad, Xerxes quería hablar otro tema contigo.-comenzó James con un tono firme pero que solo alguien que lo conociese bien sabría que ocultaba nerviosismo detrás de tan disimulada seriedad.

-Sabes que puedes decirme lo que quieras.-lo anime.

-Veras...-rascó su cabeza-Es sobre Ernest y yo-bajó la mirada- él y yo...estamos...

Lo vi confuso, no tenía idea de lo que hablaba ¿le habría ocurrido algo a Ernest o James? ¿Habían peleado?

-¿Esta Ernest bien?-pregunté.

James río nervioso.

-Olvídalo, no tiene importancia.

-James-lo detuve-Cuando te sientas preparado para decirlo, sabes que estaré aquí.

-Por supuesto-sonrió ladinamente-solo...necesito pensar.

Asentí.

-Estoy aquí para cuando quieras hablarlo.

-Lo sé-contestó antes de salir de la habitación y cerrar la puerta tras de sí.

Espejos de AlmasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora