Ilusion.

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Todos los seres humanos nacemos con la capacidad de soñar, nacimos soñando, crecimos soñando y el sueño es algo que nos acompaña constantemente en cada día por el resto de nuestras vidas. El sueño planeta es definido como el sueño que precede a la sociedad y a los sueños incluso que no nos pertenecen. Soñamos incluso cuando estamos despiertos y es algo que no podemos controlar, están en constante cambio dominados por nuestra mente y fuera de nuestro alcance.

Los sueños nos enseñan inconscientemente las reglas de la sociedad que nuestra cultura impuso, así como la atención que le brindamos a otras personas y de esa manera aprendemos todo lo que sabemos ahora. De pequeños centramos nuestra atención en los adultos mayores y de esa manera se aprende, observando e imitando.

Toda nuestra vida nos piden atención pero nosotros también hacemos lo que esté en nuestras manos para poder recibir un poco de ella, esto se refleja en cualquier tipo de competencias al intentar ser mejor que otros y así llamar la atención de las personas que más nos importan con el objetivo de impresionarlos.

Al igual que no podemos escoger que soñar tampoco pudimos escoger en qué cosas creer o qué tipo de cultura o sociedad tener, menos el poder escoger nuestro propio nombre. Todo estaba ahí antes de que naciéramos y seguira ahi despues de morir, es un hecho. Creemos lo que los demás nos hicieron creer en base a nuestro entorno y nosotros lo aprendemos sin cuestionarlo. Al crecer puedes tener la oportunidad de escoger si eso es en lo que crees firmemente o negarlo, a eso se le llama fe.

Se le llama a este proceso la "la domesticación humana" nos enseñan desde niños que cosas son buenas y que cosas son malas, que debemos hacer y qué cosas no. La palabra domesticación es usaba por que nos entrenan de la misma manera que entrenan a un perro o un gato, a base de premios y castigos. Nos premian con palabras de aliento o con cualquier incentivo y nos castigaban si algo no era hecho de la manera en que ellos consideraban bueno y con el tiempo comenzamos a temer al castigo y a esperar el premio. Nos domesticaron. Nos convirtieron en una copia de nuestros padres o la persona que ellos consideraron como la apropiada y al crecer pudimos comprender lo que esto significaba y comenzar a tomar nuestras propias decisiones y tener la elección de decir "Sí" o un "No" a nuestras propias creencias.

Todos estos tipos de creencias son tan fuertes que con el tiempo dejamos de necesitar a un padre o una madre que nos diga en qué cosas podemos creer, sin embargo, nosotros mismos comenzamos con nuestro propio sistema de castigos y recompensas. Hay algo en nuestra mente que juzga a todos y más aún a nosotros mismos. Castigandonos con nuestra propia culpa autodenominados como insuficientes o malas personas según nuestras acciones, dándonos cuenta de que las creencias con las que crecimos siguen influenciando nuestra vida.

Se necesita un gran coraje y valentía para poder afrontar nuestras propias creencias y cualquier cosa que hagamos e interfiera en estas mismas nos almacena en una parte de nuestro interior una profunda culpa que arrastramos por mucho tiempo, el humano es la única especie que se castiga a sí misma constantemente por un mismo error. Y con nuestra propia culpa y nuestro castigo, arrastramos a las demás personas con nosotros haciendo aún más difícil el olvidar el error cometido.

A los seres humanos consideran normal vivir con sufrimiento, drama o dolor. Si comparamos las diferentes creencias de todas las religiones respecto al infierno podemos darnos cuenta de que no es muy diferente a lo que nos sucede en realidad, vivimos con una opresión en el pecho que nos quema por dentro constantemente. Vivimos en un infierno propio. Es cierto que los demás pueden herirnos y llevarnos a un infierno más doloroso, pero solo podrían si nosotros les otorgamos ese poder.

La humanidad está en una constante búsqueda por la justicia, la belleza y la verdad, pasamos la vida buscándolo todo pero no son más que vagas expectativas que creamos en nuestras cabezas, pasamos tanto tiempo buscando las cosas que creemos querer o necesitar que se nos va la vida buscando algo que no sabemos qué es y no estamos seguros de quererlo. La vida se va y no regresa.

¿Verdad o ilusión?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora