Emma
En cuanto Rodrigo me dijo que Juani otra vez no iba a asistir al colegio me preocupe y es que ella no me dijo nada. Y tengo miedo de que no sienta la suficiente confianza de que puede decirme cualquier cosa. Aunque después de su llamada me quede un poco más tranquila.
Ahora estaba camino al departamento de Diego, espero que Juani esté bien y no le pase nada grave.
Toco el timbre y espero a que me abra la puerta, trate de hacerme la seria un poco en cuanto abrió la puerta pero al instante en el que me sonríe me olvido de todo.
-hola –no puede ser que me re pueda tanto.
-hola, no me tienes tan contenta –digo tratando de fingir lo más posible que estoy molesta. Pero resulta inútil porque ella sonríe de nuevo en señal de que me descubrió en mi mentira.
-¿ah sí? Y ¿Qué tengo que hacer para que estés contenta? –dice acercándose muy despacio a mí.
-que sientas la libertad de contarme todo con confianza –digo alejándome de ella y entrando en el departamento, paso hasta la cocina y me sirvo un vaso de agua.
-lo de hoy solo fue un descuido –dice volviéndose a acercar a mí –ayer no pude hacer nada en el hospital y me toco ir hoy de nuevo.
-¿no te pasa nada grave? ¿verdad? –ella se quedó en silencio. -¿Por qué no dices nada? ¿Tienes una enfermedad grave?
-no –contesta rápido –si hay algo importante, no es ninguna enfermedad mortal ni nada de eso así que tranquila.
-pero hay algo que me tienes que decir –digo
-sí, pero aun no estoy preparada para eso –eso me desconcertó un poco, suspire y decidí que iba a tratar de entenderla.
-está bien, no te voy a presionar para que me digas –me acerco a ella y la beso.
-¿ya no estas molesta?
-nunca lo estuve boba –y la vuelvo a besar. Ese beso cada vez se volvía más intenso, ella coloco sus manos en mi cintura y de un tirón me subió a la barra de la cocina y se posiciona entre mis piernas.
-te deseo tanto –le digo en un susurro.
-yo también –me contesta y me vuelve a besar, me bajo de la mesa y aún sin dejarnos de besar comienzo a dirigirnos al sofá del living, solo separamos nuestras bocas al momento en el que ella se sentó y yo me senté sobre ella a horcajadas.
-me re podes un montón Juani, lo quiero todo con vos –sus caricias ahora son por debajo de mi camisa. –sácame la remera, necesito sentirte mucho mejor, necesito sentir tus manos, tus caricias. –ella lo hace y luego nos gira ambas haciéndome que me recueste sobre el sofá y ella se posiciona por encima de mí, otra vez estamos en la misma posición de cuando estábamos en su casa, solo que esta vez yo estaba sin remera.
Retira su boca de la mía y comienza a recorrer con sus labios el borde inferior de mi mandíbula, comenzó a besar mi cuello e iba bajando despacio hasta llegar a mi clavícula. Con mis manos tomé su rostro y la atraje hacia mi boca porque no quería dejar de saborear sus labios, mis manos bajaron hasta su espalda y comencé a acariciar su abdomen.
Todo iba bien hasta que se detuvo porque intente sacarle la remera yo también.
-¿Qué pasa?
-me parece que estamos yendo demasiado rápido.
-Juani, yo me muero por estar con vos
-pero, yo aún no estoy preparada... -dice completamente nerviosa –es más ni siquiera sé que tengo que hacer.
Me acerco a ella y le beso la frente para darle un poco de seguridad.
-respeto que aún no te sientas preparada para esto, solo quiero que sepas que te quiero y si bien quiero todo con vos también voy a saber darte tu espacio y tú tiempo –le doy un abrazo.
-¿segura que no te molesta? –pregunta insegura
-para nada, igual ya me lo habías dicho el otro día en tu casa, perdón si te hice sentir incomoda...
-no, no, no es eso –me interrumpe -mira si me voy a sentir incomoda con esos tremendos besos que me das –sonríe –es solo que todavía no estoy preparada para esas cosas.
-todo bien, igual yo tampoco sé que hacer en este tipo de cosas con una mujer –cuando dije eso sentí que le cayó un balde de agua fría, de pronto cambio su postura, pero no lo dije para hacerla sentir mal -¿estás bien?
-sí, sí, es solo que tienes razón, habría sido un completo desastre si hubiese dejado que continuara –a veces veo como increíble el poder que tiene para convencerme de que está bien.
-¿segura? ¿No me mentís?
-no –y me vuelve a sonreír, Dios esa sonrisa –solo que ahora hay que descubrir como besarnos sin que se suba de tono.
-eso va a estar un poco difícil, es que besas tan bien, mira esos labios, me los quiero chapar toditos la puta madre –y le doy un beso rápido.
-y si, ya sé que soy irresistible –me encanta cuando dice ese tipo de cosas y se hace la canchera.
-bueno, con esos ojazos que te cargas –ella ríe –bueno prometo que voy a tratar de no descontrolarme cada vez que me beses. –digo levantando mi mano y llevándola hacia mi corazón.
-mmm... vos decís –y se me acerca seductoramente.
-ah bueno, prométeme que también me lo vas a hacer fácil –río, ella se une a mi risa también.
-prometido –dice -¿queres helado? Diego tiene en su refrigerador.
Asiento y ella se regresa a la cocina, mi amor, sé que dije que iba a esperar a que me dijeras lo que tienes que me decir y que también acabo de prometer que no me iba a subir de tono con respecto a los besos, con lo primero no sé cómo bocha voy a hacer para no quemarme la cabeza, y con lo segundo, lo segundo me va a costar aún más.
¿Por qué todo se me tiene que complicar?
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Jugatela Por Mí (JuaniXEmma)
FanfikceHistoria 100% de Juani y Emma Primer fan fic en español JEMMA