Capítulo 17

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Aguanto las lágrimas acariciando su cabeza, siento sus cabello en mis dedos y el dolor de no saber cómo consolarla. Veo unas luces tiritante con los colores azules y rojos entrar por la ventana.

-¡La Policía llegó!- Digo con seguridad y trato de sentirme fuerte.

Nos ponemos de pie lentamente, veo su rostro y noto el costado de su cara hinchada y el labio partido, aún sangra... tal vez Steven al no verme a mi la golpeó y quiso desquitarse

<<Hijo de puta>>

Ella tiembla con cada músculo, se abraza a mi cuerpo con muchísima desconfianza, sus pasos son lentos y deviles, sus oscuras mejillas ahora no son mas que una cascada de lágrimas amargas.

-¡Espera!- digo al llegar a la puerta de las escaleras. No quiero que ella vea el cuerpo desangrado de Steven, pero para mi sorpresa no estaba, abro los ojos como platos y apretó los puños con rabia

-¡El maldito no está!- digo tan bajo que ella no me oye.

-¿Que pasa Alex?- pregunta histérica -¡Vamos con la policía!.

-Si, si, ¡vamos!- digo secamente- Agárrate a mi y no me sueltes, vemos con cuidado- Ella asiente.

Bajo los escalones alerta buscando en la oscuridad, pero no veo a Steven por ninguna parte, aún así no me siento tranquilo, saber que escapó y no saber donde está lo hace más peligroso.

Cuando llegamos afuera me encandilan las luces de dos patrullas que están estacionada frente a la tienda

-¡Alto ahí!- Dice el oficial apuntandome con la luz de una linterna, elevó mi mano para cubrir de mis ojos la blanca luz cegadora y logró percibir que un arma me apunta.

-Yo los llame oficial- Digo molesto.

El oficial al oír mis palabras baja su linterna y corre hasta nosotros, la toma a Melisa y yo lo veo, es mas bajo que yo con el cabello oscuro al igual que los ojos.

Su compañero llama una ambulancia y los oficiales toman mis declaraciones a la vez que piden refuerzos.

Pasa a todos los datos de Steven por la radio, sus características físicas y que estaba herido con una cortada en el cuello y en malas condiciones física Y mentales, que es un hombre peligroso y posiblemente armado. Era prioridad.

La ambulancia llega rápido y me tranquilizó al ver más patrullas llegar a la escena. Los paramédicos atienden a Malisa, ella aún está en shock, veo con dolor su mirada y ya no es la misma, tiene la mirada quebrada, veo en sus ojos verdes una profunda tristeza, odio y amargura.

-¡Maldito Steven!- Digo cuando nadie me oye.

Ese maldito nunca se muere, tiene más vidas que un gato el perro sarnoso, la cabeza me quiere estalla cuando veo llegar a los padres de Melisa, un oficial los detiene, los veo hablar, seguro les está manteniendo al tanto de todo lo que ocurrió, veo tristeza en los ojos de la señora Stella quien luego corre hacia mi y me abraza a la vez que llora, el señor Ferrami me mira con ojos llenos de lágrimas.

-Esta en la ambulancia- Digo con la voz quebrada -La están atendiendo los paramédicos.

La mujer corre hacia su hija y el señor Ferrami me da un fuerte abrazo, lo veo asentir y me ve con ojos agradecidos, luego corre siguiendo a su esposa.

La noche es fría, camino a paso lento y me siento en la acera, lejos de todo el ruido, me veo los dedos, aún tiene algo de la sangre de Steven, veo las luces de las patrullas y la ambulancia alumbrado toda la cuadra, siento el frío semento del cordón de la vereda.

La venganza de Alex [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora