A mi novia casada

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Amor... Porque en cada beso que nos damos tiembla una despedida.
Si cada vez que te veo para ti quisiera ascender a las cumbres de la gracia y traerte en mis manos, un manojo de estrellas

¡Las más radiantes!

Amor... Porque en cada beso que nos damos algo se va para siempre de mi vida.

¿Vendrás algún día vestida de nostalgia?

Tendrás más hondas las ojeras lilas, temblara en tus labios un extraño sabor de lejanía.

Sé qué me has dado tu bondad, tu nobleza y tu ternura y a cambio de tus dones yo no te he dado nada, nada más una voz que te extraña y un corazón que sangra y sin embargo te amo con ternura infinita, no hay secretos ni sombras entre tu alma y la mía nunca hizo Dios un amor tan estrecho para trenzar el hilo de dos vidas.

¡Ah...! No poder tomar entre mis manos como una mariposa fugitiva la luz de tu sonrisa, la lágrima que tiembla suspendida en tu pupila.

¡Ah...! No poder encadenar tu vida a la mía y que tu alma se postrara de rodillas algún día.

Amor, porque en cada beso que nos damos tiembla una despedida. Una angustia que callan nuestros labios.
¡Una frase de adiós definitiva!

Cada vez que tus labios se posan en los míos hay una emoción que nace y otra que muere y en ella se va lo más hondo de mi vida.

Para Yellow en este día especial.
6 septiembre 18

Cachitos De Mi CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora