Cuentos para mayores y otros plagios

Vigila El Contador Geiger

((Te despiertas, subes las persianas de tu habitación y ves que sale el sol, que bonito ¿no crees?, medio dormido te acercas al cajón junto a tu armario y te pones tu ropa interior, unos calcetines y calzoncillos limpios, sigues dormido pero tienes que tomar tu primera elección, que te pondrás para tu primer día en ese trabajo por el cual te mudaste lejos de casa de tus padres, un traje seria demasiado y un chándal es muy informal, taras meditar uno segundo coges los vaqueros y una camiseta negra con ese dibujo discreto que te regalo madre en tu cumpleaños, te sientes bien, tu siguiente parada es el baño, hay que arreglarse un poco para ir a trabajar, cruzas el pasillo y abres la puerta del baño, hora de vaciar el tanque amigo, y peinarse esa cabellera pelirroja no sería mala idea, ya estas vestido y se podría decir que vas arreglado, solo te falta un paso antes de ir a tu maravilloso trabajo nuevo, desayunar, pero anoche te comiste todas las galletas mientras veías esa serie tan rara, por goloso solo te queda café pero tendrá que ser solo, la leche huele un poco rancia y por todo el azúcar que le eches te va a saber muy amargo, así que deja de poner esas caras y bebértelo de una vez que llegas tarde... Se que no puedes oírme porque soy el narrador pero es que pones unas muecas muy raras tío, en fin... no me espera, acaba de salir de casa y no ha dicho nada)).

-Primer día de trabajo, a ver como serán mis compañeros, esto es la gran ciudad...- dije para mi mismo en bajito mientras bajaba las escaleras, espero que la señora armenia del primero no me aborde como hizo ayer... me daré prisa antes de que pueda salir.
Que le pasará a este chico que va bajando los escalones de tres en tres, se va a acabar metiendo una hostia y puede que sea gracioso pero me quedaría sin curro y eso no mola.

Ya estoy en la calle y sin ningún contratiempo, podría decirse que todo va bien, las calles están abarrotadas y en la carretera no es muy diferente, no se si con este trafico voy a llegar a tiempo a mi nuevo trabajo...

Ya casi veo el coche, esta es una de las ventajas de medir 1'90 , igual que llegar a los cereales que me gustan en el super, mas de una vez me pidieron ayuda para coger no se que cosa de un estante, pero me estoy yendo del tema, ya estoy en frente del coche, solo me falta encontrar las llaves... -Deben de estar por aquí, en algún bolsillo- decía mientras me las cambiaba de mano para buscar en el otro bolsillo, seguro que no soy el único que le pasa algo así.

((¿Pero vosotros acabáis de ver lo que le acaba de pasar? se a cambiado las llaves de mano para buscarlas en otro bolsillo, el pobre es tonto, si es igual en el trabajo tan ultra-secreto que le asignaron del cual ni siquiera habla con sus padres, a mi me da que es algo relacionado con el gobierno o algo así, tampoco le hice una investigación... Obviando mi negligencia informativa se esta moviendo por la autopista, lo raro es que va por la que sale de la ciudad, a ver a donde va este mameluco (no lo dije a malas) que me pica la curiosidad.))

-Tengo que llegar al granero rojo y aparcar dentro, voy a destrozar los bajos del coche y todavía lo estoy pagando...- dije en bajito, el granero lo veo ya, pero es como un puntito en el horizonte, espero llegar rápido, no querría llegar muy tarde, no especificaron hora pero no es cuestión de llegar a las 2pm.

25 minutos después llegue al dichoso granero, y también aparque dentro según las instrucciones, no se si bajar o no del coche, mientras dudaba me llego un mensaje muy extraño de un numero desconocido, pedía que me bajase del coche y me acercase a un montón de paja del suelo, esto me parecía una broma de mal gusto, pero por intentarlo que no quede.

Según me iba la paja se levanto y se abrió una especie de trampilla,mira que me imaginaba muchas posibilidades, pero esto ni de coña, ya por ver de que iba esto baje por la trampilla, la cual después de muchas escaleras daba a una sala pequeña con una ventana pequeñita y una puerta

-¿Teniente Alvarez?- pregunto un soldado desde la ventanita

-Si, soy yo, pero ese era mi rango cuando estaba en la "mili" pero ahora soy repartidor- le conteste