¿El Hijo De Sasuke? (REMODELANDO)

Introducción

Desde el día en que, su padre le contó sobre su madre, su mayor deseo siempre fue conocerla.
Jamás pensó que sería esta manera, mucho menos, que ella los lastimara con tanta agresividad ...

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INICIO: Ella
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Hace años que pensaba en formar una familia,  pero, sabía que no estaba en la situación correcta para hacerlo.
Traicionó a su nación, perdió el derecho de ser llamado ninja de la aldea, y estuvo bajo prisión, pero, ¿porqué?, bueno, eso está claro. Todo fue por orgullo.

Pero, ahora no era el caso, ya no. Había recuperado esa esperanza de hacer las cosas bien esta vez, deseando corregir su pasado. Ser una persona importante para los niños de la aldea ahora.

Un suspiro salió de el, viajar sólo, le causaba recordar todo su pasado; su infancia, su niñez, su adolescencia, juventud y ahora su estaba adulta.
Tal vez, esta vez cuando regrese a la aldea, le de el si a Sakura y comience a formar su familia. Quizá, pero algo en el lo tenía intranquilo.
No era un hombre que deseara a las mujeres, jamás, de hecho, apenas y las soportaba, pero, una destacó sobre el resto; de cuerpo esbelto, una hermosa doncella que sabía mover las caderas en sus danzas, oh, una flor única del jardín. Con un hermoso cabello azulado y ojos cristalizados,  su aventura, su amor más bien.

Detestaba decirlo de tal forma, pero era verdad, ella le robo, no solo dinero, por ser una ladrona muy buena, no, también su corazón y sus sueños. No había día que no dejara de pensar en esa chica, por Madara, ella era su mejor opción, la mujer que despertar tener al despertar.

— No, ella no —

Se murmuró, tratando de regresar a la realidad, era una ladrona, no podía haberla dejado escapar fácilmente, pero, ¿realmente  lo hizo?.

...

Aquella tarde, por lo que su mente le recuerda, fue como el resto, apenas estaba saliendo de terminar una misión, ayudar con las cosechas de un pueblo. Sin título ninja, lo mejor que podía hacer, era ayudar con las labores más sencillas que le ofrecieran.
El señor le dio una buena paga, lo recuerda, además de obsequiarle un poco de comida extra para el camino, sin duda era bondadoso. Y el pueblo estaba cerca de la aldea, así que no tardaría más de un día en regresar, así que, emprendió camino rápido a su hogar. Aunque dudo, nadie lo esperaría realmente cuando llegara, así que, podría tomarse un día o dos fuera, ¿no?, bueno, sonaba a un muy bien plan.

Así, volvía a su hogar, visitando las pequeñas zonas que se le atravesaban, era una muy buena opción para distraer su mente un poco, incluso visito la tumba de su hermano en el camino, no podía negar que lo extrañaba, su último familiar se había ido, dejándolo solo en este camino sin mucha esperanza.

Entre su caminata, un pequeño alboroto llamo su atención, sabía que existían algunas presentaciones callejeras, pero jamás había observado una de esas, jamás pensó que realmente fueran de su interés. Y ahí, fue donde la conocio; bella, de un cuerpo esbelto, un ángel caído. Y oh, no estaba equivocado, era más que un ángel caído, era un demonio de las mismas tinieblas.
Lo atrajo a el, lo sedujo, lo enamoro con su voz, y le robo todo.

— eres un lindo chico, ¿sabias? —

Aun recuerda las últimas palabras que ella uso, antes de marcharse con sus cosas, no le había dejado nada en el.

— ¡Espera!, ¿Cómo te llamas? —

Interrogó una última vez, mientras tomaba la delicada mano de aquella chica, una mano que lo cautivo.

— Bra —

Contesto, sin más, dejándolo solo, sin nada, más que un amor imposible.
Eso lo regresa a la realidad, su regreso al camino, su llegada a su hogar, ¿hogar?, por favor.

— ¡ Sasuke ! —

Grito un chico rubio, preocupado, angustiado por la noticia de su compañero. Todos en la aldea, tal vez con excepciones,  se enteraron del dilema, pobre de él, ni su dignidad puede mantener sobre el.
El chico, su único amigo y compañero, lo inspeccionaba,  buscando alguna herida en su piel, pero no. Estaba libre de accidentes.

— Por Dios, ¿crees que no me se cuidar? —

Protesto el azabache, apartando de mala gana al rubio. Quien, sin oensarl9 comenzó a seguirlo, tratando de le contará el accidente y como es que estaba en boca de todo el mundo. En este momento, sus impulsos agresivos volvieron, haciendo callar a todos con un solo grito.

— ¡DEJAME EN PAZ! ¿QUIERES?  NO ME ROBARON, CARAJO, YA BASTA —

dejo a todos a su alrededor asustados. Incluso el rubio se quedó inmóvil, mientras notaba como su compañero comenzaba a correr para llevar a su residencia. La última casa de la residencia Uchiha que, seguía en pie, enterándose, maldiciendo y odiandose muchas veces.
Era verdad, el se hubiera defendido si, esa chica no lo hubiese seducido.
Aun puede recordar el dulce aroma de su piel debajo suyo, su cabello acariciar su rostro cuando caía. Su voz cuando gemia, todo sonaba tan único, que parecía ser un recuerdo del pasado, aunque no llevaba una semana que había sucedido eso.
Ahora que lo recuerda, lleva seis días fuera de casa, sin comida ni agua, ¿tanto se había perdido en esa chica?, vaya, es sorprendente como el amor puede hacer olvidar hasta las cosas más básicas del cuerpo....