Nunca descartes nada cuando te cases

230 27 1
                                    

[OkiKagu week día 2: Boda]

Los personajes pertenecen a Hideaki Sorachi-sensei

Minna san! Lamento mucho la demora y las publicaciones muy muy esporádicas. Estaré participando con algunos fics de la hermosa otp durante la semana, aunque me atrase serán subidos durante el mes. Muchas gracias por su apoyo y espero cualquier comentario que deseen hacerme para seguir mejorando.

-----------------------------------------------------------

Por fin el gran día había llegado y aquellas personas se sentían entre ansiosas y nerviosas y probablemente con un mar de emociones en sus interiores o al menos así debía ser. Sin embargo entre el bullicio de la gente que los rodeaba a cada uno más el exterior, difícil era saber lo que esas dos personas estaban sintiendo antes de dar aquel paso importante en sus vidas. En cada habitación se armaba un gran escándalo y alegría inundada de elogios a la persona que preparaban, cada grupo de gente preparaba a su futura persona a casarse de manera impecable y perfecta. Algunos lloraban, otros trataban de calmarse e igual habían algunos más que reían pero siempre tenían los ojos puestos en la persona anfitriona de cada habitación.

De poco a poco fueron vaciando las habitaciones donde cada novio se preparaba para ocupar sus asientos, dejando completamente solos a cada uno con la finalidad de esperar la hora exacta para que cada uno salga y la respectiva ceremonia se diera tal y como se organizó.

Pasos y pasos a su alrededor daba una mujer de cabellos bermellón, mientras afortunadamente se comía poco a poco un pastel de su fresa que su querido padre adoptivo había preparado para sí mismo de los nervios y que cuando estaba a punto de probarlo, una kunai voladora llegó a su cabeza dejándolo inconsciente, para que posteriormente la mujer de cabello rubio, dueña de esa arma se lo llevó a rastras inconsciente y encima de él, una mujer de cabellos morados como aquel vestido extra corto con el que decidió asistir, abrazaba efusivamente el cuerpo de Gintoki.

Los taconeos y taconeos de aquella sala seguían hasta que casi tropieza con su propio vestido, ella emitió un quejido de sorpresa y murmuros inteligibles salieron de su boca por su tropiezo mientras se acomodaba rápidamente la falda de su vestido. Unos golpes de la pared de madera del salón contiguo interrumpieron sus quejas.

-¿China? – sonaba más pregunta que afirmación del otro lado

La aludida reaccionó con sorpresa al apodo y sobre todo a la voz tan familiar y ese tono monótono que tanto conocía.

-¿Chihuahua-aru? –le respondió con otra pregunta.

-No soy chihuahua –respondió la voz –soy Sou-kun –dijo esto alineando su corbata frente al espejo que tenía. El hombre casi se arrepiente de decirle eso último porque en ese momento había una sospecha que estaba temiendo –Ja, que sorpresa encontrarte aquí. ¿Acaso están trabajando o haciendo un desastre como siempre por aquí?

-Eso quisiera –suspiró decepcionada Kagura tomando asiento en un banquito pegado justo en la pared que lo separaba de su rival –Pero voy a casarme.

Sougo abrió los ojos un poco y trago saliva. Y ahí estaba su temor más grande. La mujer de su vida, vestida etéreamente de blanco, seguramente luciendo encantadora para ese gran momento, tomada por otro hombre, si tan solo él...él no pudo continuar con aquellos pensamientos que le invadían puesto que enseguida notó un tono triste en las palabras de su compañera.

-¿No es lo que siempre quisiste? ¿Qué alguien te tomará como su novia y llegar al altar?

-Es que yo... -Kagura no sabía que decir. Cuando era más pequeña soñaba en hacer realidad aquel gran momento que su compañero de la habitación contigua había mencionado, pero lo cierto es que no estaba segura ahora.

Nunca descartes nada cuando te casesWhere stories live. Discover now