"Sentimientos Borrados"

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Los personajes no me pertenecen, son del mundo Supernatural. No espero ofender a nadie, solo escribo por diversión y son fantasías mías.

Advertencia: smut.

—Cas lo siento, no puedo. Sé que dije que podría, pero...

—Está bien, Dean.

La conversación se acabó y cada uno tomó un camino diferente en el búnker. Castiel se encerró en su habitación, a pensar en todo lo sucedido. Dean no podía superarlo solo, necesitaría de su ayuda. Esperó a que se fuera a dormir y entró en la habitación. Se acercó sigiloso hasta la cama. Los dos dedos fueron a parar a la frente de Dean.

Todo volvió a la normalidad. Las semanas fueron entre investigaciones y cacerías, muy normal. Así fue durante dos meses, al tercer mes, Dean se sentía cercano. Comenzó a buscarlo para ver películas y hacer cosas, juntos, como comer pizza o tartas. Castiel aceptaba, porque no le podía negar nada a su cazador adorado.

Las cosas volvían a dar un ascenso en escalada. Las miradas volvían a ser fuertes entre ellos, Castiel trataba de evitarlas, no quitándolas, sino yéndose del búnker con cualquier excusa, entonces venían las conversaciones por teléfono. Esas conversaciones eran seguidas, a veces con nada importante qué decir como si solo quisiera escuchar su voz.

Castiel lo sabía, faltaba poco, así se lo decía su propia experiencia anterior, los ojos de Dean, los toques de su amigo y la forma como su ser comenzaba a palpitar. No fue demasiado tiempo para saber dónde iría todo eso.

Una noche pasó, como había pasado antes. Dean lo besó en su habitación. Fue una cosa simple que cayó como cascada de una cosa a otra. Terminaron haciendo el amor entre las sábanas, con caricias desenfrenadas, necesitadas de tanta espera. Murmullos sofocados por los besos, humedad deseada en los cuerpos.

Dean sonrió al terminar con un sonrisa laxa que invitaba al sueño. No había necesidad de eso para él. Castiel no dormía, no tenía sueño. Abrazó al cazador entre sus brazos, quien tenía una feroz batalla ética en su sueño quejumbroso.

Castiel sabía lo que tenía qué hacer. Arregló el desastre y puso sus dedos en la frente del cazador. A la mañana siguiente, todo volvió a la normalidad con un Dean descansado y feliz.

Y el ciclo volvía a comenzar.

La siguiente vez siguió el mismo curso en los acontecimientos, con ligeras variantes. Primero, Dean quería salir al bar con Castiel bajo la excusa verdadera de que Sam no quería ir con él. Castiel fue arrastrado a un club de estriptises donde no quería estar por lo nervioso que se ponía con todas esas mujeres desnudas, moviendo su trasero frente a sus ojos.

Dean estaba muy entretenido en ese lugar. Castiel solo quería irse de ahí, aunque tenía que reconocer que no era tan aburrido. Los bailes eran interesantes y la forma como se movían las mujeres. Decidió quedarse un rato, acompañando a su loco humano felizmente borracho, al cual terminada toda la fiesta, tuvo que llevarlo a rastras hacia el búnker y acostarlo en su cama.

Ahí fue como volvió a suceder.

Los besos intensos, las caricias, esta vez sin inhibiciones a causa del alcohol. Dean perdió la razón y de paso, dejó a Castiel sin aliento, si es que lo tenía. El cazador lo chupó ahí abajo por primera vez, fue de otro mundo. Lo hacía con un verdadero maestro o al menos eso parecía para Castiel, quien nunca había experimentado algo así. Dean parecía aprender cosas a medida que estaban juntos. Eso lo sorprendió mucho, considerando que Dean no era gay, porque no contento solo con chupar, también tragó todo el líquido. Estaba ansioso y se sentó a horcajadas sobre él. Castiel no entendió para nada el comportamiento de Dean, ese no era él, quizás estaba poseído por un demonio o algo así, pero no encontró nada de eso, ni una energía negativa.

Sentimientos Borrados (Destiel)Where stories live. Discover now