Pregunta

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¿Has sentido esa sensación de estar atrapado en tus pensamientos y no poder hacer nada más?, es como si fueras una pequeña hormiga encerrada en un frasco de vidrio sin oxígeno y queriendo salir sin ningún objetivo más, Solo salir.

Era mi primer día de descanso después de mucho tiempo, Tanto laborar por tantas horas era agotador, ¿que en que trabajaba?, Sencillo era contador en una empresa muy poco reconocida y por la cual no recibía ni la mitad de lo que debería, pero en fin trabajo es trabajo y uno tiene que hacer lo que fuese para sobrevivir.

Vivo en una casa solo, en medio de la ciudad mi departamento es más que decente y nada extravagante, lo tomaba con calma, en fin era una persona común y corriente que se dedicaba constantemente a vivir lo más cómodo posible, no me metía con nadie ni con nada era bastante pacifista en ese sentido, debo decir que era bastante aburrido pero no tenía problema por ello.

La noche anterior estaba sentado en mi cubículo haciendo cuentas como siempre, era tarde y quería avanzar lo más posible para no dejar cabos sueltos y poder disfrutar de mis vacaciones libremente y sin preocupaciones, cabe de más decir que estaba fastidiado de estar sentado durante más de 10 horas sin hacer nada más que ver una pantalla frente a mí con un montón de números, cansado y con los ojos rojos y entrecerrados del sueño me dirigí a la oficina del jefe para reclamar mi último pago antes de irme, Al salir del edificio mi impresión al ver que las calles estaban hecho un desastre, Drogadictos rondando por los callejones "Putas" Que se ofrecían por cualquier cantidad minúscula de dinero gente hambrienta pidiendo limosna con la mano, era de asco, "¡Solo gente molesta!" decía en esos momentos, lo único que quería era llegar a mi departamento y dormir un poco, y en un sinfín de hechos Tome un taxi y me llevo hasta mi destino ya ahí recosté y caí profundo en el mundo onírico.

La mañana siguiente hacia un clima bastante agradable, el viento fluía fresco y rápido las aves del parque que estaba enfrente Cantaban, una cantidad de gente tomando el desayuno fuera y disfrutando del momento, valla digno de un cuento de "Disney", decidí empezar con una rutina poco usual en mí, voltee a ver el reloj "las 8:37 am" ¡Meh! bastante temprano Para levantarse pero había dormido bien y no me quejaba, tome el desayuno y me dirigí al parque a leer el diario, mientras pensaba lo diferente que se ven las calles y el contraste que se tienen de día y al anochecer, Normal suponía..., no decidía que hacer así que me quede ahí contemplando el paisaje.

Pasaron Los días y seguía tranquilo, no tenía suficiente dinero como para pagarme un viaje y salir fuera de la ciudad y menos del país, solo conocía los puntos turísticos cercanos y lo pasaba bien aunque bastante solitario, no tenía amigos y mi familia cercana estaba demasiado ocupada para visitarme, empezaba a pensar que me aburría demasiado y quizá debería hacer algo extrovertido, algo divertido algo que hiciera que me hirviera la sangre, ¡bah! No tiene sentido ¿una persona como yo haciendo esas cosas? Aunque quisiera no podría mi mente no da para tanto.

Y me encontraba sentado de nuevo en el sofá comiendo helado como un gordo patético y sin vida mientras veía una serie de narcotraficantes en busca de dinero facil, "Ding Dong" El sonido del timbre sonó y había una carta puesta en el suelo con una marca entintada que no lograba reconocer, "Dr. Salazar" Eso decía en el remitente ¿Dr. Salazar? No me sonaba para nada, y yo no era ningún doctor, no le tome mucha importancia y leí hacia donde estaba dirigida, a unas calles de aquí, tal vez el cartero debió haberse equivocado lo cual era extraño porque el buzón está en la planta baja y por ningún motivo dejan una por el suelo así como si no pasara nada, tome una Camisa me vestí y Salí a entregarla, estaba cerca así que no me generaba ningún problema, y ahí estaba en una esquina junto a una casa descuidada con madera podrida a los laterales el picaporte parecía no funcionar y no había ningún buzón en el cual dejar la carta o lo que sea que fuese, toce sin más preocupación, no abrían, volví a tocar y no, como dice el dicho "la tercera es la vencida", por fin abrían la puerta no había nada dentro más que una mesa de madera deteriorada con el tiempo, Emitía un hedor a olvidado y viejo, empezaba a dudar bastante que fuera el hogar de un médico y más bien fuera una broma de mal gusto, pase, había una puerta al final del corredor y si efectivamente decía "Dr. Salazar." en un marco pegado a ella, volví a tocar la puerta se abrió sola con solo empujar mi puño contra ella,

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⏰ Última actualización: Apr 26, 2015 ⏰

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