El Principe De Hielo Y El Cazador

PROLOGO: Un Trato Justo

En una noche tormentosa, en la tierras heladas, una fuerte tormenta se alzaba con fuerza, contra todo lo que habia en la tierra, y en los bosque nevados cubiertos de un largo manto blanco, un joven de cabellos rubios, corria con deseperacion, intentando escapar de los tigres de sables, tropezandose de ves en cuando con rocas oculta y pequeños tronco que se interponian en su camino.

El joven cazador tenia un objectivo escapar de las garras de los tigres, refugiandose en la fronteras con el pueblo enemigo de su gente, en donde habitaban los espiritus de hielo, pero antes de poder dar un paso mas, el joven callo por un precipicio en aquel bosque dando vueltas sin parar hasta caer en donde se suponia deberia estar un prado, hiriendo sus manos aun mas de lo que estan.

Soltandose en llanto el joven cazador se levanto nuevamente intentando encontrar un refugio donde poder descansar un poco de sus perseguidores, pero antes de dar un paso mas.

Dos flechas que iban a su direccion rozaron sus mejillas dejando dos finos cortes en ambos lados de su cara, sobresaltandolo un poco mientras jadea por el reciente susto callendo de nalga lastimando su magullado cuerpo aun mas de lo que estaba.

-Es-esperen -grito el bello cazador colocando sus manos sobre su rostro intentando evitar el ataque que los espiritus de hielo lanzaron a proposito- He venido en paz, por favor si no es mucha molestia -se levanto con dificultad dando fuertes vocanadas de aire que se le escapaban- llevenme con su rey...

Los espíritus de hielo al oir al joven cazador hablar de que lo lleven con el rey, rieron fuertemente de las palabras del joven quien los miraba desconcertados por sus carcajadas

-Acaso estas loco niño -señalo una de los espiritus de hielo al joven cazador- si nuestro futuro gobernante llegara a ver a un cazador en sus territorio lo primero que haria es aniquilarlo o peor aun volverlo su esclavo.

-estoy dispuesto -grito el cazador, apretando fuerte los puños de sus manos, mientras sus ojos permanecian entre cerrados-estoy dispuesto a aceptar las consecuencias

Grito el cazador con desesperacion levantandose de aquel blanco suelo
-solo quiero que salven a mi pueblo

los espiritus de hielo al observar a aquel joven decir esas palabras con determinacion y valor, no pudieron evitar estremecerse ante la bella y angelical imagen que daba el hermoso doncel, con sus piernas flexionadas y acostada a cada lado de su fragil y gracil cuerpo que hacian ver sus caderas anchas mas de lo normal dando indicio de su fertilidad, sus rostro sonrrojada y mojado con las lagrimas que derramaba y su cabello rubio cubierto por la tela gruesa que lo resguardaba del frio invernal, se debatieron entre si para poder llevar a aquel joven delante de aquel que seria su perdicion y destruccion

Continuará...