Lincoln y Tabby corrían de la mano como lo que eran, un par de adolescentes idiotas con las hormonas alborotadas dejándose llevar por ellas, por el jardín y dentro de la casa. Ya ni sabían si la forma en la que actuaban todavía era debido al alcohol y la emoción que habían sentido antes, o si estaban dejándose llevar por la emoción, o si simplemente ambos estaban pensando con la entrepierna. Entre juegos se dirigieron hacia la casa de los tíos de Tabby, escondiéndose en cuartos, esquinas y lugares oscuros cuando personas caminaban hacia ellos como si los estuvieran buscando. Escondidos de la vista de las personas se daban besos bastante subidos de tono, la música de afuera ayudaba a esconder los gemidos, que no eran para nada ligeros, que salían de la boca de ambos.
Hubo un momento en el que la rockera se había lanzado al peliblanco al grito de - ¡Atrápame! – mientras reía. Lincoln había sido tomado por sorpresa por lo que instintivamente cerró los ojos y extendió los brazos esperando poder atraparla. Cuando sintió el peso de la chica caer en sus brazos, creyó que ya todo estaba bien, pero se extrañó cuando sintió algo suave en sus manos. Abrió los ojos y lo primero que vio fue el rostro nervioso de la chica con las mejillas totalmente rojas, estaba a punto de preguntarle qué le sucedía cuando por inercia dirigió su vista hacia abajo. Casi le da un paro cardiaco cuando vio que sus manos estaban sosteniendo a Tabby del trasero por debajo de su falda. Ambos se habían quedado mirando fijamente a los ojos, avergonzados sin saber que decir para romper el incómodo momento.
- Linc, yo... ¡Aw~! – Tabby había tratado de hablar, pero algo la había silenciando.
Lincoln no sabía porque lo había hecho en primer lugar, pero algo muy dentro de él le hizo estrujar fuertemente el culo de la rockera, sacándole un gemido bastante sonoro. Lincoln se consideraba a sí mismo como alguien tranquilo, que piensa y analiza las cosas antes de decir algo o de actuar y, al haber vivido con tantas hermanas, un hombre respetuoso con las mujeres... Pero en ese momento creía que su erección crecería tanto que rompería sus pantalones; sumado al hecho de que su cerebro no dejaba de imaginar escenas de la rockera encima de él, desnuda, moviendo sensualmente su cuerpo en un compás de arriba abajo, con sus pechos rebotando al ritmo de sus movimiento, definitivamente no lo ayudaban EN NADA. El pobre peliblanco ya no sabía que le explotaría primero, si la cabeza que tenía sobre sus hombros o la que tenía entre las piernas. Estaba utilizando toda la fuerza de voluntad de su cuerpo, de las plantas y animales a su alrededor, y la del planeta para no tomar a Tabby y hacérselo ahí mismo en el piso del pasillo en el que se encontraban. Lincoln respiraba profundamente tratando de relajarse, mientras en su mente pensaba que, de existir premios entregados a hombres por hombres, se merecía el premio "mantener la calma en la situación más precaria".
- Tabby por favor... - La voz del peliblanco era ronca, además de que la rockera pudo notar que su cuerpo estaba temblando ligeramente.
- Si, yo también estoy igual. – Tabby lucia mejor que Lincoln, pero aun así se veía que está igualmente ansiosa que el chico. – Linc ¿podrías bajarme?
- ¿Qué? – Se quedó dudando un instante hasta que se dio cuenta que aún continuaba cargando a la rockera del trasero. Rápidamente, pero teniendo cuidado, puso a la chica en el suelo. – Lo siento. – Trataba de sonar arrepentido, pero fallaba en el intento.
- No pasa nada. – Respondió Tabby quien trataba de parecer tranquila, pero también fallaba descomunalmente.
Después de eso siguió una caminata junto a un silencio bastante incómodo para ambos, donde subieron al segundo piso de la casa. Lincoln caminaba un poco detrás de la rockera mientras miraba a todos lados, buscando algo con lo que pudiera sacar un tema de conversación, pero nada parecía poder llegar a su cerebro. Cuando el peliblanco creía que ya había encontrado algo para romper el silencio, Tabby se detuvo y se giró hacia una puerta de madera fina, pero con posters de bandas de rock pegadas en ella.
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Noche de rock inolvidable
HumorTabby ha invitado a Lincoln y a sus amigos a una fiesta que promete quedarse guardada en la memoria de todos, y lo mas probable es que así termine siendo con ellos.