Parte 1.-El regalo

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Era una fresca mañana de otoño en el hogar de los Kido. El sol brillaba, pero las nubes intentaban reducir la luminosidad de sus rayos amenazando con llovizna. Sin embargo, se creaba un hermoso espectáculo como si el cielo estuviese bañado de oro. Los árboles de hoja caduca en el bosque de Roma comenzaban a perder sus hojas y el pequeño jardín de la casa se había teñido de marrón y rojo cobrizo.

Shun se encontraba en la habitación que compartía con su esposa. Al despertar esperaba encontrarse con la mirada de su esposa como acostumbraban cada mañana, encontrándose con el espacio que ocupaba su mujer vacía, no había rastro de ella, tan solo la sabana tendida que le hacía saber que Sango había estado a su lado momentos atrás, detuvo su búsqueda al escuchar el correr del agua en el interior del baño.

El peli-verde recién levantado, con el cabello revuelto y los ojos semicerrados por el sueño. Se desperezó dando unos buenos estirones e hizo la cama. El reloj marcaba las siete de la mañana del día domingo. Se había levantado temprano tal como hacían siempre, seguramente los niños aún permanecían descansando en sus respectivas habitaciones.

Hiroshi y Akira sus dos pequeños de 6 y 3 años de edad. El tiempo había pasado demasiado rápido, recordando a ambas criaturas tan pequeñas y frágiles entre sus brazos. Y Sango aquella hermosa y valiente mujer que conoció en aquella aldea, salvándole junto con sus amigos, cada día que pasaba le brindaba la mayor de felicidad al estar a su lado.

Se miró al espejo y se observó de arriba, abajo evaluándose. Para posteriormente, esbozar una de sus mejores sonrisas y sonrojarse al ver salir del cuarto de baño a su esposa mientras tarareaba una canción pasando la toalla por sus cabellos aun húmedos, girando su mirada posándola en él. Le sonrió al verle acercándose al que alguna vez fue caballero de Andrómeda y actual Doctor de Roma, tomando su rostro entre sus manos la pelicastaña unió sus labios con los del hombre frente a ella, separándose del peli-verde, minutos después de juntar sus frentes.

Shun: ¡Sango!‒Exclamo tomando por la cintura a su mujer‒

Sango: Feliz cumpleaños cariño‒volviendo a unir sus labios‒

Shun: gracias amor ‒correspondiendo a su beso‒

Siendo interrumpidos al escuchar los pasos de sus dos pequeños dirigiéndose a su habitación.

Sango: prepárate aquí vienen‒mencionaba permaneciendo abrazada a su esposo‒

La puerta de la pareja se abrió rápidamente dejando ver a los dos infantes de la casa, sonriendo de lado a lado y corriendo hacia su padre abalanzándose sobre sus brazos.

Hiroshi y Akira: Felicidades papá, feliz cumpleaños‒abrazados a su padre‒

Sango: ‒ríe al ver la escena‒ tenga cuidado podrían hacerse daño

Akira: ‒haciendo mohín‒ papi, papi tienes que venir a bajo mami, Hiroshi y yo hicimos algo para ti, yo hice esto‒mostrando el cuaderno entre sus pequeñas manos‒ ¿Te gusta mi regalo? ‒emocionada‒

Shun: ‒observa el dibujo para después besar la frente de su pequeña‒ claro que sí, es hermoso, eres una gran artista dime este de aquí ¿Soy yo?‒

Akira: si, si aquí esta mamá, Hiroshi y tío Ikki‒compartiendo sonrisas con su hermano mayor‒ se lo mostraras a tío Ikki cuando venga ¿Verdad?

Shun: ‒asiente‒ claro que si pequeña ‒con un atisbo de sonrisa‒

Sango: Hiroshi, Akira vayan adelantándose para lavarse las manos, el desayuno ya está listo y papá tiene que ir al hospital a trabajar por unas horas‒tomando a ambos de los hombros‒ en un segundo papá y yo iremos a acompañarles

La hermana de ShiryuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora