Cheeks [YoonSeok]

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Acompáñame a ver esta historia donde Yoongi y yo fangirleamos por los cachetes de Hobi ♡

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Yoongi nunca pensó que las mejillas de una persona pudieran resultar atractivas.

Es decir, si bien él sabía que los cachetes podían ser adorables y tiernos, nunca le habían llamado la atención específicamente. Al menos no hasta que conoció a su hermoso novio y luz de su vida.

Hoseok, quién ahora se encontraba a su lado viendo con infinito interés El asombroso mundo de Gumball, con sus mejillas llenas de palomitas y dulces que ambos habían puesto como entremeses, ni siquiera era consciente de la mirada que el mayor le estaba dando.

Y Yoongi simplemente no podía evitarlo, mirar a Hoseok todo el tiempo y a sus lindos cachetes, que de por sí ya eran albutaditos y llenitos, y que ahora estaban llenos de comida provocando que fueran más grandes, sus lindos hoyuelos marcándose mientras masticaba y su boca formando un puchero de concentración.

¡Dios! ¿Cómo podía su novio ser tan hermoso y adorable?

Como si la mirada de Yoongi se hiciera pesada con el tiempo, Hoseok giró la cabeza y le miró, todavía con sus lindas mejillas llenas, le sonrió como si nada haciendo que sus hoyuelos se marcaran más y que sus mejillas hinchadas se alzarán también, sonrió como si todo fuera durazno y crema y el mundo de Yoongi se vino abajo. De repente, todo el amor que sentía por su novio nubló sus sentidos y no pudo ser consciente de nada más, solo Hoseok y su existencia y las suerte que tenía de tenerlo.

Hoseok siguió sonriendo ahí sin más, cómo si Yoongi no estuviera teniendo una paradoja existencialista por su culpa, cómo si no estuviera teniendo un pequeño paro cardíaco por sus hoyuelos, como si no se le cortara la respiración por su sonrisa. Joder ¿acaso este chico no era consciente de que su sonrisa podría ir provocando por ahí ataques al corazón? Eso no era bueno para la salud del mayor.

Había quedado tan prendado de la belleza de otro mundo de Hoseok que ni siquiera fue consciente de que este le hablaba desde hacía rato. Solo vió la figura de sus labios moverse y su sonrisa intacta. Parpadeó un par de veces hasta que, como si volviera a la realidad de un sueño hermoso, volvió a oír la dulce voz del pelirrojo.

-Amor ¿estás bien? -El corazón de Yoongi volvió a pararse ante el apelativo cariñoso, no era la primera vez que Hoseok lo llamaba así, pero eso no dejaba de provocar que el corazón de Yoongi aleteara cada vez que lo hacia. - Llevas un rato callado mirándome, aunque no es que me moleste, adoro cuando lo haces- Siguió diciendo el menor, y Yoongi se preguntó qué había hecho en su vida pasada para merecer a ese ángel a su lado, algo muy bueno, seguramente, algo como salvar un orfanato o impedir que un cachorrito se mojara por la lluvia.