Aclaración del autor: El peliazul y su compañero son Cao Cao y Bikou, pertenecientes a la facción Khaos Brigade, que se dedica a reclutar humanos con habilidades especiales para poder defenderse contra el resto de especies, que tienen habilidades sobrenaturales innatas. El que tiene las doce alas negras es Azazel, el jefe de Grigory, el órgano que reina sobre los ángeles caídos, y el rubio con las alas doradas es Michael, el serafín jefe de los ángeles. Además, el pelirrojo es Zirzechs, hermano de Rias y rey de los demonios.
Mientras toda esa escena se desarrollaba, algo se acercó al chico. Todos estaban ocupados midiéndose unos a otros, y nadie se dio cuenta de que una figura negra extremadamente ágil se deslizó hacia el chico y se lo llevó en un abrir y cerrar de ojos. Otra figura siguió a ambos, y desaparecieron sin que nadie se diera cuenta.
Mientras tanto, los más poderosos de las principales facciones se encontraban volando, completamente en silencio.
- Esto es un poco incómodo... - dijo Azazel, rascándose la parte trasera de la cabeza.
- La verdad es que no esperaba que nos encontráramos todos aquí - comentó Zirzechs.
- Podríamos aprovechar esta oportunidad para reafirmar la paz permitiendo que este asunto se resuelva sin problemas - añadió Michael con voz calmada y carismática.
Sin embargo, una voz agresiva resonó.
- ¡¿Oportunidad?! - esa voz pertenecía a Koneko, que había sido incapaz de contenerse. Miró a los distintos dirigentes con rabia, y desvío su mirada para mirar al chico. Fue en ese momento en que descubrió que había desaparecido, y pudo sentir su aura de energía natural muy débilmente. No dudó ni un segundo en seguir su rastro, ignorando a todos los demás.
Mientras tanto, se podían ver dos figuras que arrastraban a un moribundo peliverde. Una de ellas tenía rasgos felinos, pelo negro largo, un cuerpo con curvas muy marcadas y ojos dorados. Vestía un kimono muy revelador, y parecía la encarnación de la seducción. A su lado, se encontraba otra chica con ojos grises, apáticos y una cara sin expresión. Su pelo negro le llegaba hasta las rodillas, y tenía una figura que aún no se había desarrollado. Miraba al chico inexpresivamente mientras volaba a una velocidad increíble.
Si cualquiera de las figuras que habían ido ahí hubieran visto a esta pequeña y aparentemente inofensiva niña, habrían vomitado sangre por la conmoción y automáticamente habrían retrocedido en sus intentos por llevarse al chico.
- No sé por qué tenemos que hacer esto sigilosamente. No es como si fuéramos criminales o algo así~nya - dijo la chica que llevaba a Seishi, cuyo nombre era Kuroka.
No hubo respuesta a su comentario. Sin embargo, eso no desanimó a la chica, que prosiguió con su diatriba.
- Aunque pobre chico. Debe haberlo pasado mal. Sin duda, tiene mala suerte - una expresión compasiva apareció en su cara.
- Su alma... Está dañada... - la otra niña habló, para completa sorpresa de Kuroka, quien hacía 3 meses que no había oído su voz. Sus palabras habían sido pronunciadas como si le hubiera costado pronunciarlas, pero sin duda salieron de su boca.
- ¿Dañada? Atacaron mágicamente a un humano... Ya veo, hay algunos casos en que puede causar daños al alma. Las consecuencias son impredecibles... - murmuró la chica.
No hubo respuesta por parte de la otra.
- "Bueno, así es Ophis... Me pregunto si mi hermanita está bien..." - pensó Kuroka con tristeza.
Mientras tanto, la sangre brotaba de las heridas del chico. Debido a que Kuroka estaba pensando en sus cosas, no se dio cuenta de que los ojos del chico se habían cerrado, y que de repente su entrecortada respiración paró. Su corazón dejó de bombear sangre y su cuerpo comenzó a enfriarse en consecuencia. Estaba indudablemente muerto.
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Uno Con La Naturaleza
FanficEn la secundaria Kuoh, un nuevo alumno se ha incorporado al comienzo del curso escolar en primer año. Una vez allí, entabla una profunda amistad con una compañera de clase que, curiosamente, también es la mascota de la escuela, Koneko Toujo. Todo ir...