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Siyeon soltó un pequeño suspiro antes de volver a mirar al cielo. ¿No podría quedarse? Su linda sonrisa, sus fantásticos ojos y, sobretodo, su puro corazón. ¿De quién hablamos? Kim Bora.
En ella pensaba la menor, día y noche. No había momento y lugar en el que Bora no estuviera en su mente. Y se maldecía por esa razón. Por no aceptar que debe dejarle ir. Por no aceptar que necesita borrarla de su mente y que se quede como un recuerdo más.
Cerró los ojos, volviendo así su vista negra. En aquel lugar solitario se sentía tranquila. Sentía que ella y Bora podrían estar juntas de nuevo. Pero la felicidad no duró mucho. Volvió a abrir sus ojos rasgados para volver a contemplar el cielo nocturno.
—Bora... ¿Me estás escuchando desde ahí arriba? Te extraño, más de lo que debería. Te prometí que sería feliz —Siyeon suspiró nuevamente—. Ahora las cicatrices me invaden, por dentro y por fuera.
Admiró todas las pequeñas en su cuerpo, las cuales iban sanando. Agradecía mucho a su ahora fallecida novia por ponerse frente a ella. La mayor de ambas sufrió mucho; todos los cristales del parabrisas roto fueron a parar a su cuerpo.
Todo para salvar a Siyeon.
Las pequeñas cicatrices en todo su cuerpo, producidas por el choque y por algunos pequeños cristales que acabaron de alguna u otra manera en su cuerpo, iban a sanar. Pero la cicatriz que Bora dejó con su ida a otra parte nunca sanaría. Sólo esperaba que estuviera siendo feliz allá donde estuviera. Aunque su interior egoísta seguía diciendo que Bora se quedara a su lado.
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ann | 2018 | suayeon
un pequeño one-shot triste basado en stay de blackpink。
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