No sé porque, pero el otoño tiene algo que me trae tu recuerdo a la memoria.
Tal vez sea que en ésta época del año se encuentra el mes de tu cumpleaños.
Tal vez sea porque, pese al frío del clima, tus brazos supieron acogerme y brindar el calor humano más cálido que haya sentido.
En realidad no lo sé.
Solo sé que por estas fechas te comienzo a extrañar.
Y quizá lo hago porque nunca me di el tiempo de extrañarte aún cuando te pensaba.
Y aunque nadie lo comprenda, de algún modo sigo extrañando ver ese entrecejo arrugado, esos ojos de mirada triste y tus pequeños y carnosos labios haciendo una encantadora mueca de lado.
No sé qué espero escribiendo éstas líneas que jamás leerás.
Pero tengo la fe en que esto me dará una especie de paz mental.
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Memorias de un pasado aún palpable.
Non-FictionNunca me di el tiempo de sacarte de éste corazón roto.