Lily:
Me siento en la taza del váter y tapo mi rostro con mis manos. Va a ser un día duro, tengo que ser fuerte para ayudar a otras mujeres. Alex entra y se pone de rodillas delante de mí.
Alex:Vas a hacerlo genial, eres una buena persona, eres increíble - me besa. No sé qué tiene que siempre me tranquiliza.
Yo:Gracias, por todo.
Nos besamos lentamente y nos duchamos juntos. Él viste con camisa y yo también me pongo algo más arreglada y me maquillo.
Alex:Te ves espectacular, puedo asegurarte que te arrancaría la ropa.
Yo:Aún hay tiempo, hazlo.
Caemos en la cama mientras nos besamos, nos quedamos la ropa, sólo quitamos la parte de abajo para que no nos estorbe y lo hacemos rápido, como si dos adolescentes estuvieran en un lugar con miedo a ser pillados.
Alex:Uf, tengo que recomponerme- dice con respiración agitada. Yo me río y ambos nos colocamos la ropa.
Yo:Creo que hasta la noche no llego.
Alex:Dime dónde está el lugar y te recojo- se lo apunto en el móvil para que no lo olvide.
Bajamos juntos y nos despedimos con un cálido beso. Da un toquecito en mi trasero.
Alex:Ten un buen día
Yo:Igualmente, nos vemos.
Voy a clases y espero fuera, junto con mis compañeros, el bus que nos llevará al Centro. La profesora para lista y enseguida subimos. Yo me siento con Mikel y me sitúo al lado de la ventana para ver el paisaje, siempre me ha entretenido. En cuestión de 45 minutos llegamos.
Profesora: Quiero que apliqueis vuestros conocimientos de psicología y tengáis tacto. Quedaos con esta experiencia y luego haremos un breve trabajo en clase que valdrá 2 puntos de la nota final.
Entramos, el centro es pequeño pero muy acogedor. Está decorado con colores vivos, supongo que así levanta ánimos.
Profesora:Bien, pasaré lista de nuevo y os asignaré a una persona. Ah, y se me olvidaba, algunas vienen aquí con sus hijos, por lo que tenéis doble trabajo.
Voy a la sala 5, allí está mi chica asignada: Tamara. Junto a ella, su hijo de 1 año: Carlos. Es una chica un poco más alta que yo, de 20 años, es muy hermosa.
Yo:Hola, Soy Elisabeth- estrecho su mano y la de su hijo.
Dr.Alex:
Tras el duro de trabajo y puesto que Elisabeth no está, Jhon y unos compañeros de trabajo decidimos comer fuera y ponernos al día. Vamos a nuestro bar favorito y como de costumbre, pedimos costillas com salsa bbq y patatas a la ranchera. Eso y nuestras cervezas.
Pasamos un buen rato y cuando pedimos la cuenta Jhon me pide que le acompañe a recoger a Denver. No me gusta estar de sujetavelas pero ellos dos no son la típica pareja que estando con más gente solo saben darse arrumacos.
Jhon:¿Aquí estudia también Lily?-dice aparcando.
Yo:No, por desgracia ella va más lejos.
Transcurren pocos minutos cuando Denver, alegre, se sube en el coche y nos saluda.
Denver:Hola chicos,¿qué hacemos?
Jhon:Podemos ir al centro.
Denver:Buen plan, me apetece un helado.
Vamos a una heladería, a la que elige Denver y pasamos la tarde charlando. Miro mi reloj, me despido de los chicos y voy a casa a cambiarme y darme una ducha. Relajo mis tensados músculos cuando el agua cae por mi cuerpo.
Salgo y me pongo algo cómodo para recoger a Elisabeth. El gps me va indicando, cuando llego Elisabeth se encuentra alterada sentada en un banco en la puerta. Aparco y corro hacia ella.
Yo:¿Qué te pasa?
Elisabeth no pronuncia ninguna palabra, solo respira muy rápido y ello me preocupa. La siento en el coche y la intento tranquilizar.
Elisabeth:Llévame a casa, por favor.
Asiento y así hago.
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Las marcas de una flor
Romantizm4 años metida en esta tortura. Cuando comencé con él todo era alagos, regalos, detalles tras detalles, palabras que se las llevaron el viento. Luego vinieron los insultos, las prohibiciones, el no salir de casa. Lo más fuerte son las peleas. Me llam...