Hazbin hotel Antes de la muerte.

Vaggie / Selenna Vaggs

Mi vida es demasiado complicada. Debo admitir que demasiado.

Paso por las calles de la ciudad y me siento extraña, rechazada. Una plaga. Aunque por mis características es lo más esperado.

Me llamó Selenna Vaggs y soy... no puedo decirlo me siento demasiado mal al querer decir esas palabras que me pesan más cuando pienso que son ciertas.

"El camino no te lo escogen, tú lo escoges"

Yo lo escogí. Me encasillaron en este, pero yo escogí seguirlo.

Entonces voy a empezar.

Mis padres fueron personas muy pobres, demasiado pobres y con mi llegada no creo que ayudó en nada su situación. Tenían una bebé que necesitaba cuidados especiales y con unos pocos dolares cada mes.

Mi padre y mi madre me amaron demasiado y aunque sintieron un enorme amor por mí sabían que no solo era necesario el amor para que siguiera viviendo.Entonces hicieron lo más doloroso para sus corazones llorosos: dejarme ir.

Me dejaron en adopción tan solo siendo una bebé de semanas en una canasta.

No puedo recordar nada de eso y nadie puede asegurarme que me dejaron en esa puerta del orfanato "Crisalis" por amor y no por otra cosa triste y traicionera, pero esa nota me dice que todo (es un tal vez) es cierto.

En mi canasta había una carta en la cual estaban escritas tres palabras que eran suficientes para diferenciarlo.

"Iluminaré tu sendero"

Las del orfanato la guardaron (arrumbaron) entre los cajones viejos y polvorientos del papeleo. La halle cuando tuvimos que limpiar todo el lugar nosotras las huérfanas. Estaba llena de polvo y a sus lados se encontraban más de una decena de polillas muertas, pero la guarde conmigo desde ese día dentro de mi collar en forma de luna. Era mi recordatorio de que no estaba sola, muy útil en la vida en "Crisalis".

No era la persona más amada, pero si la menos. Era completamente invisible para todo el mundo excepto para las encargadas que seguían mis pasos por todos lados y para las polillas que se acercaban a mi lampara de noche. Aunque eran molesto verlas revolotear todo el tiempo alrededor de esa luz candente eran mi única compañía leal que no se alejaba de mi por ser yo. Jugaba a imaginar a que se parecían todas las sombras de las polillas al juntarse, pero claro que mi imaginación no era la más dotada. Bueno era mejor que nada.

Viví nueve años largos en ese orfanato en el campo con las polillas de noche y completamente sola en los días, sola.

Hasta que una familia llegó a adoptarme.

Capitulo 1 Un reflejo

Recuerdo muy bien el suceso.

Era tan gris el día y caía la lluvia (no era del todo un aguacero), pero de todos modos inundaba el patio donde jugaban mis compañeras a la rayuela ( ya casi borrada por completo dejando solo un pequeño recuerdo de que existió a través de un montón de colores mezclados en el agua), saltando en los charcos hondos y mojándose enteras de agua fría.

Yo me hallaba sola (lo habitual) en las escaleras del orfanato mirando su escena que quedaría por siempre en sus mentes; mientras que en la mía quedaría la escena de yo viéndolas disfrutando de algo que no entendía, pero...que torpemente anhelaba.

Estaba molesta. Molesta con ellas por no invitarme, con el clima por darles algo divertido, pero más conmigo misma.

Ya no quería mirar toda esa diversión enfrente de mí y mejor dirigí mi mirada hacia un charco justo enfrente de mí que a esa edad me parecía un espejo muy barato que mostraba con cierta dificultad mi propio reflejo, pero me interesaba.

Era mucho mejor sin duda que mirar una "niñez".

Trató de pensar que no me importaba nada, pero al mirarme... no podía entender que tenía yo de malo.

¿Tal vez mis ojos eran muy grandes?

¿Tal vez mi piel muy acanelada?

¿Tal vez mi pelo de un castaño raro? ¿O mi nariz? ¿O mis orejas, o?

Quien sabe y quien sabrá. De todos modos no encontré esa respuesta en ese instante. NUNCA LA ENCONTRÉ.

Todo se detuvo cuando la madre Clara llamó con su campana oxidada a todas nosotras. La escena de ellas felices, mi reflejo, los gritos; hasta el viento que aumentaba la ferocidad de caída del agua. Todo.

Capítulo 2 ¿Me escogieron?

-Haber niñas llegaron ayer conmigo unas personas que buscaban una niña para su casa y .- con tono sarcástico.- "alegrar sus vidas".

Era bastante obvio que a la madre Clara no le gustaban los niños. Aveces creía que por esas razones ella se había vuelto monja, pero creo que sus planes no le resultaron para nada bien ya que nunca tomó en cuenta que algún día tendría que cuidar en una casa bastante vieja un montón de niñas desamparadas como yo.

 -Mañana en la mañana vendrán por la elegida. Espero que se comporten cuando nos visiten, como es debido.

Nos lanzo después de esas palabras rígidas una mirada muy intimidan te (parecida a la de un buitre viendo viendo y esperando a que su presa se muera) con solo haberlo pensado hizo que tragará saliva y ponerme las manos alrededor del pescuezo.

- Bueno eso es todo. Buenas noches, vayan a cambiarse y vayan a sus camas.

Después del aviso todas enloquecieron y empezaron a hablarse las unas y las otras del tema. Juraría que fue su único tema en esas últimas horas.

-Selenna tengo que hablar contigo.

O no. Fue lo primero que se presente en mi mente. Cada vez que tenías que hablar con la madre Clara algo malo te pasaría. Aunque era una mujer que era bastante devota al Señor podía ser bastante mala, cruel y manipuladora.

No sabía que iba a pasarme.