↟ comienzo (del caos) ↟

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Disfruté de mi "últimos días de libertad" entre botellas de Soju y uno que otro porro compartido en casa de Fei

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Disfruté de mi "últimos días de libertad" entre botellas de Soju y uno que otro porro compartido en casa de Fei. Tenía pensado quedarme en casa pero ya necesitaba compartir con otros seres humanos, lamentablemente. Además de que ahora siempre estoy sola con Gucci en casa, sospecho que mamá oculta algo (o alguien) de mí, pero eso es otro asunto. Antes de saberlo, ya era lunes y mi condena comenzaba.

Para ser sincera, la primera semana fué relativamente sencilla..

He hecho por Sana cosas molestas pero aún así insignificantes. La acompaño a clases, llevo su bolso y sus libros, la busco y traigo de vuelta a casa, compro su almuerzo por ella, incluso me obligó a darle comida a la boca, cómo un puto bebé.

Además, aprendí dos cosas de ella:

Una, Sana tenía la capacidad de seducir a quién quisiése. Chicas, chicos y a todos en el medio. Las primeras eran sus preferidas, sin dudas, y los segundos simplemente eran sus marionetas para cuándo quería que hiciesen algo por ella, cosa en la que irónicamente nos parecemos.

Dos, es una mujer increíblemente pegajosa. Es cómo si necesitase al menos la mínima forma de contacto físico para sobrevivir. Ya sea entrelazando su brazo con el tuyo, o tomando tu mano; abrazándote como un koala o sentándose en tus piernas (ésta última aún no la ha hecho conmigo, pero falta relativamente poco para que pase).

En éste momento caminaba junto a ella hacia su clase de aritmética, la japonesa hablando divertida con una de sus "amigas" (resaltando las comillas) mientras ambas se agarraban de las manos. Yo caminaba un poco más atrás, con su bolso (y el mío) sobre mi hombro y pareciendo un ridículo guardaespaldas, o una tercera rueda si vamos al caso. No podría ser más absurdo todo el asunto. Sumida en mis pensamientos, golpeé contra un cuerpo deteniendo mi caminar. Alcé la mirada y la "amiga" de Sana (Eunji..? Eunbin..?) me miraba con un leve sonrojo, susurrando un: "lo siento". Volteé a ver a Satanás, quién lanzó una mirada extraña a la otra chica, diría yo incluso fulminante.

- ¿Por qué se detuvieron? - inquirí a la japonesa.

Sana finalmente se volvió hacia mi - Eunha y yo iremos un momento al baño. Es... mejor que esperes aquí.

Ambas me miraron expectantes, quizá esperando una reacción escandalizada o disgustada, en lugar de ello regalé una perfecta expresión estoica, encogiéndome de hombros. Al parecer a Sana no le impresionó ya que rodó los ojos y tomó la mano de la más baja, arrastrándola hacia el tocador. Suspiré hondo y recosté mi frente contra la pared a mi lado, ¿no esperará que la esperé mientras se la coge, o sí? Ésto era un asco, definitivamente.

- ¿Qué coño haces?

Volteé a ver a Taehyung con una ceja levantada, acompañado por Jimin y Mingyu, otro chico del equipo. Me enderecé y crucé mis brazos sobre mi pecho.

- Reflexionar sobre mi vida, ¿algún problema?

El chico se encogió de hombros mientras Jimin soltaba una pequeña risa - Me parece perfecto. Ahora, ¿puedo preguntarte otra cosa?

satan is a woman  ↟  satzu  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora