Owen observó con detenimiento a Maisie mientras desayunaba. Llevaba puesta la capucha roja hasta los ojos y el oso de peluche que Claire le había regalado apretado contra el pecho.
Claire estaba sentada enfrente embobada con el afecto de la pequeña con el juguete aunque quizás estuviese a punto de ser muy grande para él.
Pero algo le inquietaba a Owen. Algo apenas perceptible. Quizás su silencio demasiado profundo. Quizás sus pocas ganas de comer. Quizás su mirada evasiva.
Maisie se disculpó a las apuradas y quiso ir a leer al sol.
Claire le dio un abrazo y la dejo salir sin percatarse de su silencio.
Owen terminó su café y la siguió. La encontró sentada mirando los árboles con una expresión triste.
-Maisie...estás bien?- le preguntó.
La primer reacción de la pequeña fue asentir pero sus grandes ojos negros se llenaron de lágrimas y con un acto reflejo de tapó más la cara con la capucha.
Owen se sentó a su lado y la rodeó con un brazo. Maisie comenzó a llorar en silencio y decidió contradecir todos sus impulsos y esperarla hasta que pudiese hablar.
Maisie sentía vergüenza y fastidio cuando empezó a hablar -Soy una tonta...-comenzó a hablar volviendo a meter la cabeza en la capucha- yo...estoy feliz aquí pero...no sé...siento que… no quiero olvidar a mi abuelo...
Owen trató de pensar que decirle pero decidió ponerse como ejemplo para no hacerla sentir tan extraña -Yo también soy feliz aquí, con Claire contigo y no por eso voy a olvidar a Blue o cuánto la extrañó...
Maisie se secó las lágrimas. Owen continuó hablando -Nunca vas a olvidar a tu abuelo aun cuando estés pasándola bien, aun cuando quieras a otras personas, aun cuando crezcas.
La pequeña se quitó la capucha y abrazo a Owen con felicidad. El oso cayó de su mano y él lo levantó para devolverlo pero jugo a sacárselo y provocó la risa de Maisie.
-Dame a Red!
-Red?- dijo Owen con una sonrisa divertida- como Claire?
Maisie se sonrojo de repente y bajo la vista -Ella me lo dio...
Owen entendió que quizás la pequeña estuviera experimentando la aparición de un vínculo fuerte con una mujer por primera vez en su vida. La relación de los cachorros con la madre era la más importante en las primeras etapas del desarrollo y, en su caso ese rol no había estado presente. Su abuelo era la presencia más importante en su vida por ello se había relacionado mejor con él, por ser hombre. Pero allí también estaba Claire, con esa capacidad de ejercer atracción en las personas, con ese amor genuino, con ese instinto de protección que desplegó de forma tan natural. Y era seguramente ese impulso, ese sentimiento de amor que Maisie comenzaba a sentir el que le generaba sentimientos contrapuestos. El lazo que tanto ansiaba Claire estaba naciendo.
Owen sintió una felicidad tan inmensa que le aceleró el corazón al hablar –Ella te quiere mucho Maise…mucho.
La pequeña lo miró con los ojos muy abiertos y sonrió tímidamente casi con un dejo de vergüenza. Owen no quería hacerla sentir mal así que volvió a jugar a darle el oso y quitárselo aprovechando ser más alto que ella.
Claire salió a buscarlos y los encontró sentados en el piso enfrascados en la pequeña batalla por Red. Haciendo girar sus ojos le saco el peluche a Owen y se lo devolvió a Maisie.
-Ehhh! Estábamos jugando- protesto Owen como un chico caprichoso.
-No creo, es de Maisie- dijo Claire sin darse cuenta de que Owen la tomaba de la rodilla para hacerla caer en sus brazos.
En parte riendo y en parte luchando Claire trato de escaparse ante la sonrisa de Maisie.
-No quiero quedarme sin juguete- protesto Owen intentando esquivar el codazo que provocó el comentario.
-Ahhhh- dijó doblándose sobre su costilla fingiendo dolor.
Claire se puso pálida y se arrodilló para examinarlo sin percatarse de que al bajar la guardia, él volvió a atraparla y la abrazó como Maisie abrazaba a su oso.
-Un juguete para cada uno- dijo en tono divertido provocando tanta risa en Maisie que logró contagiar a Claire, que de todas formas no logró evitar sonrojarse cuando sintió que le besó el cuello de forma casual.Claire miraba de lejos a Maisie mientras jugaba cerca del lago. Llevaba una rama como si se tratase de una espada y saltaba de piedra en piedra jugando con el equilibrio. Le había dejado su oso Red para que lo cuidara mientras exploraba.
Podía ver que estaba feliz pero por momentos la sentía tan distante que le provocaba una extraña sensación de vacío.
Owen había ido a la ciudad y por primera vez en mucho tiempo estaban solas.
La convivencia era sencilla y Maisie estaba encantada de vivir en la naturaleza y tener su propio cuarto a pesar de que durante varias noches despertaba con pesadillas. Siempre pedía por Owen y siempre que él volvía al cuarto encontraba a Claire con las rodillas apretadas contra el pecho y con una tristeza infinita.
-Maisie cuidado no vayas a caer en el agua- gritó Claire consiente de que no iba a escucharla. Desde lejos la pequeña la saludo con la espada sonriente.
Y casi de inmediato se escuchó el estruendo del agua y el grito de Maisie le congelo la sangre mientras corría hacia el lugar en donde la había visto hundirse.
Maisie Lockwood no sabía nadar y ese era uno de sus peores temores.
Claire la vio de inmediato cerca de la orilla y estiró los brazos para atraerla pero la desesperación de la pequeña la alejo. Sin pensarlo demasiado se tiró al agua y la alcanzó. Maisie se aferró a su cuello con desesperación y con un poco de trabajo ambas salieron del agua agotadas y heladas.
Claire la besó en la frente, en las mejillas, en el pelo mientras intentaba, a la vez, examinarla para saber si estaba lastimada.
-Lo siento- susurró Maisie y se puso a llorar tan violentamente que contrajo el corazón de Claire.
-Shhh. Está bien es un accidente amor...no pasa nada- le dijo abrazándola fuerte. Podía sentir el llanto a través del pecho en donde Maisie se había refugiado con desesperación. El frio comenzó a subirles por el cuerpo y Claire frotó los hombros y las manos de la pequeña logrando calmar su llanto. De pronto se dio cuenta de que por alguna razón se la había quedado mirando fijamente.
Maisie parecía estar procesando algo en su mente que no lograba verbalizar, que no lograba expresar. Solo pudo lanzarse sobre Claire y rodear su cuello con los brazos mojados, como lo había hecho antes, solo que esta vez no transmitía el miedo por ahogarse sino un profundo amor.
Owen llegó cuando la tarde estaba cayendo y le sorprendió el silencio en la cabaña. Sin hacer ruido comenzó a buscar a Claire y a Maisie y las encontró dormidas en pijama en el sofá. La pequeña estaba abrazada a la cintura de Claire apoyando su cabeza en sus costillas.
Owen se arrodilló y rozó con la punta de los dedos la mejilla de Claire para despertarla. Sus ojos verdes se desplegaron intensos y con una sonrisa susurró -Nos caímos al lago.
Owen besó la frente de Maisie y se detuvo a ver la expresión cansada y feliz de Claire antes de rozar sus labios con ternura. Se sentó en el piso junto a ambas y cerró los ojos en parte por cansancio pero en parte para disfrutar de la paz y el silencio.
Sintió de pronto los dedos de Claire en su cabello y se perdió en el placer de la caricia y de la sensación de estar en familia por primera vez en su vida.
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Momentos
General FictionVarios relatos que describen la evolución de la relación de Claire, Owen y Maisie