A veces me pregunto porque existimos, porque nos toco ser quienes somos, que pasaría si no existiera, como fuera mi vida si no conociera las personas que conozco. Me pregunto si me iría mejor alejándome de todos, de todas las personas que siento que no me quieren, también me pregunto porque la vida no puede ser como lo deseamos o porque si quiero algo no puedo chasquear los dedos y ya se cumple. A veces creo que a mis amigos y familiares le iría mejor sin mí, que no les haría falta porque no me necesitan ni me quieren. Después de a lo que llamo mi momento depresivo, pienso en las cosas felices y me doy cuenta de si soy muy querida, pienso en unicornios, porque se llaman así o tienen cuernos, en arcoíris, que habrá en su otro extremo, en sirenas y hadas. Me imagino un mundo perfecto lleno de magia, fantasía y felicidad y me doy cuenta de que no importa que tanto quiera vivir en ese mundo no puedo. Así que me conformo con el mundo que tengo y trato de ser feliz en él, pienso en los momentos felices que tengo con mis amigos y familiares.