Vivir con un vacío en el pecho. Vivir muriendo. Respirar porque lo dicta un latido, no porque realmente quieras hacerlo. Morir sonriendo o sonreír mientras mueres. Mantenerte en pie, mirando hacia delante, cuando solo quieres descansar bajo el suelo.
Caen las lágrimas pero no notas lo húmedo, pues tu piel acostumbrada ni se inmuta ante las gotas resbaladizas de tus mejillas.
Ya nada importa o todo importa demasiado como para darle importancia.
Tal vez las noches sean largas, ¿o lo son los días? Deben ser ambos, porque al irme a dormir, siento que no quiero seguir andando, pero al despertar, me siento aún más agotada.
Parecer ser feliz o ser feliz por parecerlo, ya nada importa. Ni el vacío, ni la oscuridad profunda ni las taquicardias que acompañas los sollozos al caer la noche. La noche... solitaria, arrebatadora de sueños y proclamadora de un día más, o uno menos.
Ya no pienso ni que vivo, simplemente me despierto y cedi. Cedo a ser alguien que obedece al pacto del silencio. Silencio absoluto, para así ocultar mis gritos, el derribo de mis ruinas y el llanto de mi alma.
No más caras tristes chica triste, ¿no querrás acaso parecer frágil? Gira la cara y muérdete los labios, aprisiona esas lágrimas que ansian salir y oblígalas a desvanecerse. Como tú en tu almohada entre pesadillas, como tú y tus ganas de ser una chica distinta.
†EFFY.†
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Teen FictionRecopilación de relatos. Effy, Weird, Lost. "Estaba tumbada en la cama, mirando la nada (como siempre), y de mi nariz comenzó a brotar sangre. Me alteré. No, no creas que por la sangre; si no porque, joder, me di cuenta de que aquello era la vida...