🔹Capítulo 1.🔹

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Despertó de golpe, otra vez había pasado, había soñado con El, de nuevo.

El sudor corría por su frente y sus cabellos estaban mas desordenados de lo común, su respiración demasiado agitada, soltando jadeos incontenibles.

Esta vez se sintió demasiado real, los besos, los toques, las palabras, todo se sintió demasiado real, demasiado real para ser simplemente un sueño.

Miró con atención a su alrededor, asegurándose de no estar en aquella habitación... Con El.

Jamas se sintió tan aliviado de estar en su sala común, rodeado de todos sus compañeros, escuchando sus ronquidos.

Se levanto con mucho cuidado de su cama, sin hacer el mas mínimo sonido, se acercó a la ventana, sentándose en ella, observando como el sol luchaba para que sus primeros rayos fueran perceptibles.

Una ululacion lo saco de su ensoñación, encontrándose con su querida lechuza, que lo miraba atenta y curiosa, al pendiente de cualquier orden de su querido amo.

Con una sonrisa, Harry acaricio con suavidad las plumas de su querida amiga, la cual ululo con satisfacción, cerro sus ojos sintiendo la brisa dándole de lleno en el rostro, a veces eso era lo único que necesitaba, un poco de paz y tranquilidad.

Sin darse cuenta se había quedado dormido entre cálidos pensamientos, imaginándose con una vida mucho mas tranquila, pero como siempre, todo lo bueno debe terminar.

Fue despertado horas mas tarde, por su amigo pelirrojo, con la advertencia de que ambos llegarían tarde si no se daba prisa.

Harry se levando lentamente, había dormido en una mala posición durante demasiado tiempo como para que sus músculos protestaran ante inadecuados movimientos.

A pasos lentos bajó de la ventana, sintiendo el cálido suelo bajo sus pies, evitó hablar con cualquier persona que se cruzara en su camino, no se sentía de ánimos como para entablar una agradable y amena conversación.

Entró a las duchas ya cuando estas se hallaban totalmente desocupadas, sin nadie en su interior, con algo de rapidez se ducho.

Dirigiéndose al lavamanos tomó su pasta dental y su cepillo, pero algo paso.

Cuando dirigió su mirada al espejo encontró una imagen de el, pero mas pálida, pero algo llamó mas su atención, movió lentamente su cuello, dejándolo expuesto.

Marcas de dedos y chupetones, algunos rojos, otros verdes y hasta morados, suspiró con pesadez, no era la primera vez que amanecía con este tipo de problemas, terminó de cepillar y aplicó un ligero glamour para ocultar su enfermiza apariencia, no se sentía de humor para dar explicaciones.

Sin mas salio del cuarto del baño, encontrándose con la habitación completamente vacía, carente de cualquier tipo de persona.

Suponiendo que todos ya debieron haberse ido al GC se dispuso a terminar de arreglarse.

Sin mas salio de su habitación con una leve expresión de cansancio, últimamente se sentía mas frágil, mas débil y dócil, y todo gracias a aquellos sueños que lo atormentaban.

Sabiendo el camino de memoria, llegó al gran comedor, entrando a este, eliminando todo tipo de molestia que rondara su mente.

Algunas miradas se dirigieron en su dirección, ya acostumbrada a la atención Harry solo los ignoró y se dirigió hacia el único asiento libre en la mesa de Gryffindor, que casualmente estaba al lado de su mejor amiga, Hermione.

Cuando se hubo sentado un plato apareció al frente del oji esmeralda, con rapidez disimulada se sirvió comida, podría estar cansado pero eso no afectaba su hambre.

Hablando entre sueños [Tomarry/Harrymort]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora