Prólogo

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El chico estaba recostado en su cama, mirando como bailaban las cortinas con la brisa de viento que se filtraba a través de su ventana, no sabia cuanto tiempo había estado así, pero no tenía fuerzas para hacer algo más.

Un toque leve en la puerta lo sacó de su trance

–Austin... ¿Puedo entrar? – hablo Gina

No contestó, no le apetecía hablar con nadie, no podía comprender por qué su hermana no podía entender eso y dejarlo tranquilo.

Sin previo aviso, la puerta se abrió de golpe y el rubio pudo notar que su hermana entraba bastante furiosa.

–Ya basta Austin, es suficiente.... –alzó la voz lo suficiente para que Austin voltear a verla –Han pasado 4 meses desde que Chandler se fue.... –

Sintió aquella presión en el pecho, que no dejaba de tener desde que Chandler se había ido, era como un vacío que por más que tratara sabía que no iba a llenar con nada.

–El no volverá Austin, Entiendelo –

Austin no sabía en que momento había comenzado a llorar

–Supongo que lo merezco, ¿verdad?– sollozo

Su hermana lo miro con cierta sorpresa, era la primera vez que Austin hablaba en semanas.

–Todo estará bien Austin... – la chica se sentó al borde de la cama y abrazo a su hermano.

–No, nunca estaré bien, lo amo... Y creo que voy a amarlo siempre –

Gina paso sus dedos por el cabello rubio de su hermano

–Oh Austin ... – Gina quería decir algo que hiciera sentir mejor a su hermano, pero no vino nada a su mente que pudiera lograrlo.

–¿Sabes? Cuando estaba en la ciudad, me di cuenta que no podía estar con alguien más... Iba a regresar, aún que se pospuso todo por lo de mamá... –

–¿Que tratas de decirme...? –

El rubio guardo silencio como titubendo el hablar o no, las lágrimas querían regresar una vez más y  un nudo su garganta se formó, antes de comenzar a sollozar pudo finalme soltar aquello :

–Iba a regresar por Chandler... –

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