El pasillo de los apartamentos 7 y 8 pasó de su normal tranquilidad a llenarse de lloriqueos apenas se abrió el elevador, Dakota fue la primera en salir con la bebé en brazos que se retorcía sin control como una cobra en las garras de un halcón, usó sus llaves para abrir la puerta de su departamento casi sin fijarse en su vecino que llevaba a su otra hija de la mano junto con el montón de compras, caminó hasta la habitación infantil y en el umbral de la puerta miró sobre su hombro.
-Encárgate de ella, saldré en un momento.
Jamie la vio cerrar tras de ella lo que amortiguó un poco los chillidos, y unos treinta segundos después pararon por completo, luego miró a la niña pequeña que aún lo tenía sujeto de la mano que mostraba una clara expresión de fastidio.
-Supongo que somos tú y yo -le dijo.
-Mami.
-Creo que ahora está alimentando a tu hermana, ¿quieres sentarte un momento y soltarme por fin?
Lo soltó y caminó hasta la zona de la cocina mientras se deshacía de sus pequeños zapatos dejándolos de cualquier forma sobre el piso pulido y él los tomó para dejarlos en un rincón de la sala antes de dejar todas las compras sobre la mesa y comenzar a ordenarlas, escuchó un tintineo alarmante y no tardó en ver a la niña sacando de la nevera un frasco de mantequilla de maní del tamaño de su cabeza que dejó sobre la mesa.
-Mami.
-Eso es un montón de calorías, sin duda.
La niña negó con la cabeza y señaló uno de los armarios de la cocina.
-Oye, me temo que no me arriesgaré a seguirte el juego.
-Mami -volvió a señalar, al ver que él no hacía nada más alzó los brazos. -Upa.
-Vaya -alzó las cejas. -¿Tu madre está al tanto de que conoces otra palabra?
Ella sonrió a modo de respuesta mientras de mala gana él la subía hasta dejarla a la altura del armario que con mucha habilidad abrió para sacar una bolsa con un gran pedazo de pan blanco lo que lo hizo entender que la niña quería un sándwich, la dejó sobre el suelo y puso el pan en la mesa.
-De acuerdo, ¿dónde están los utensilios?
Poniéndose de puntillas la niña abrió un cajón que tenía a mano donde tomó un cuchillo y se lo tendió.
-No entiendo cómo es que pone el pan en una zona tan alta y te deja los cuchillos a la mano.
-Mami.
Cortó una hogaza de pan, la untó generosamente con la mantequilla alta en calorías y se lo puso delante cuando ella se acomodó en una silla, la vio comenzar a comérselo y decidió que lo mejor era regresar todo a su sitio, lavó el cuchillo en el fregadero, pasó un trapo de cocina para limpiar las migajas, luego sin proponérselo estaba en la sala apilando los juguetes del piso en un cesto que había cerca, acomodó los cojines del sofá, dobló una manta de dibujos animados que estaba sobre el piso, comenzó a alinear el reproductor de películas, la televisión, unos pocos libros de la repisa más alta del mueble de la televisión sin fijarse mucho en los títulos, vio una caja de mudanza con marcos de fotografías y se puso a husmear en ellos, algunas fotos eran de la niña más grande y otros parecían retratos familiares, en uno aparecían las dos niñas con un hombre de espeso cabello negro y una barba bien recortada, quizá sería el padre de alguna de las niñas, intentó ver más pero le pareció escuchar ruido así que dejó la caja en su lugar y procedió a poner en orden la mesita más cercana donde había un teléfono fijo, una pila de revistas y una lámpara.
-Muy bien, estuve pensando algunas cosas mientras mi hija tomaba su comida y ahora con el pañal limpio podemos seguir -su vecina apareció con el cabello recogido desordenado en la cima de su cabeza y una manta que le cubría el pecho donde seguro acunaba a la bebé numero dos. -Tienes dos minutos para hablar.
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Trato hecho | Jamie y Dakota
FanfictionJamie Dornan está a punto de conseguir el puesto que he deseado en la empresa Guinness desde que comenzó a trabajar ahí, luego de siete años de esfuerzo y trabajo duro ve la oportunidad a tan solo unos pasos de él y ahora necesita un empujón que lo...