Nuestra batalla

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Camino sin rumbo, o caminaba.
Las veces que el amor hizo y deshizo nudos en mi garganta y en mi corazón; fue por el amargo deseo de encontrar en lo más profundo de mis miedos una presencia constante, una que ayudara y no abandonara. Y dolía...porque dicha presencia se vanagloriaba por ahí de su libertad, de su falta de labor, de su ausencia en mi. Intentaba librar una batalla personal que nunca, NUNCA, libraría sola.
Eras tú, tú mi sueño, mi ansia, tu compañía era mi mayor ilusión, eras sólo tú.

Mi luz color verde.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora