LA CHICA DE LA BUFANDA [En Edición]

Examen de Ingreso. Resultados

La pelimorada comenzó a destruir los robots con su bufanda confiable. Este tenía un tamaño algo considerable haciendo que pueda mover en un radio de 7 metros. Tambien usaba su segundo quirk pero no mucho. A veces ayudaba a personas que se veían que estaba en problemas. Al girar en un esquiva ve a un robot el cual iba a atacar un chico pero detuvo al robot apresándolo con su bufanda para luego lanzarlo contra el piso destruyéndolo.

—¡Estas bien?—había destapado su boca y nariz para poder hablar

—S-Sí

—A la próxima no te quedes parado, ataca—volve a tapar nariz y boca y se aleja

Siguió consiguiendo puntos. Conforme ya no quedaba robots en el borde comenzó a acercarse más y más al centro mientras veía como los postulantes destruían robots, algunos peleaban por quien pelearía con el robot y otros descansaban por dejarse llevar por la adrenalina. De los últimos vio a un rubio ceniza con humo saliendo de sus manos, sin darle importancia dirige su mirada al frente viendo que había un robot que no tenía a nadie a su alrededor así que aprovecho para ir tras éste. Cuando estuvo a la distancia adecuada dio un salto, con su mano guió a su bufanda para que atraviese al robot para luego retirarlo destruyéndolo al instante. Cae de cuclillas para luego levantarse, sacar la capucha y bufanda de su boca y nariz y secarse el sudor.

—Ufff, a seguir buscando

La chica se vuelve a poner su capucha y bufanda para luego seguir su camino. Lo que no se dio cuenta es que había despertado la curiosidad de cierto rubio ceniza.

Conforme la chica se acercaba más al centro veía como personas corrían a la dirección opuesta que ella caminaba.

«¿Qué esta ocurriendo?»

De repente, una gran explosión se escucho así que ella salió corriendo para ver si había heridos o personas que necesiten su ayuda. Al llegar ve a al chico que había salvado tirado en el suelo con las piernas y el brazo derecho rotos así que se acercó para ver si no estaba muerto, por suerte solo estaba inconsciente.

—Buen, buen trabajo

Recovery Girl aparece en escena repartiendo dulces a algunos de los presentes hasta llegar donde estaba la pelimorada así que la chica se levanta sacándose la capucha y la bufanda.

—Toma. Estos ositos de goma son para ti—la chica abre sus manos para recibir energía en forma azucarada—Dios, ¿fuiste herido así por tu propio quirk?—la mujer usa su quirk en el chico ayudando a su recuperación mientras era vista por la pelimorada mientras comía las gomitas—Terminemos esto rápidamente, ¿quien más esta herido?—

Había pasado una semana y no recibía la carta de parte de la Academia U.A.

«¿Eso significa que no entré?»

Sacude su cabeza para apartar las ideas negativas que arremolinaban en su mente. Se echo en su cama para comenzar a mirar el techo, su bufanda le acerco un peluche de gato el cual acepto acunándolo en sus brazos.

Su bufanda actuaba como un parásito adsorbiendo su energía hasta dejarla agotada, podía recompensarlo con gran cantidad de alimento. También puede sentir cuando esta en peligro y los sentimientos de su portadora.

—Some—pese que la escucho entrar no apartaba la vista del techo

—¿Sí mamá?

—¿Quieres pastel?

—No gracias—la chica cierra los ojos

—Bueno, te lo dejaré en tu mesita de noche junto a la carta de la Academia U.A. en caso quieras comértelo más tarde—la madre deja el plato junto a una carta para luego retirarse

—Okey mama—sigue con los ojos cerrados hasta que se da cuenta de lo último que dijo—Espera, ¿que?—

Se sienta en la cama. Mira en la mesa de noche comprobando que era verdad así que coge la carta, trata de abrirla y lo logra después de 3 intentos. Puso el disco en el piso, de este aparece un holograma

—Estoy aquí como proyección!—suelta All Might sorprendiéndola

«¿Qué hace el héroe #1 dando anuncio de los resultados?»

—Vengo a decir que no solo pasó el examen escrito sin problemas sino que también paso el examen práctico con quedando en primer lugar. Takahashi Someina, bienvenida a tu academia de héroes!

—Es hora de celebrarlo con pastel—comienza a aplaudir la chica mientras su bufanda le alcanzaba el plato donde estaba el pastel—Gracias Sukāfu—al pasar toda su vida que su bufanda confiable le puso nombre pensando que era lo adecuado