La vuelta a casa está siendo muy silenciosa, lo que automáticamente la hace incómoda porque estoy haciendo un viaje muy largo a solas con alguien que casi no conozco. Por lo menos estamos en medio de una tormenta y eso me relaja mucho aunque significa que vamos más lentos que las tortugas.
—Espera, para. —Digo de repente en medio de una de las carreteras en las que vamos realmente despacio por la cantidad de agua que se está acumulando.
Doy un salto intentando llegar a una parte que tenga menos profundidad de agua sin mucho éxito porque me entra por las zapatillas igualmente. Escucho como Noah me pregunta que qué hago y me grita que vuelva al coche, que me he vuelto loca. Yo le ignoro y me dirijo al lado de la carretera que se veía por mi ventanilla, unos cuantos pasos atrás, mientras Noah me va siguiendo en la carretera desierta en marcha atrás y con la puerta abierta, con lo que el coche se le está llenando de agua y me debe de odiar mucho.—Venga, ¡sube ya al coche! Está diluviando.
—Que esperes. —Le grito para que se me escuche con todo el sonido del agua y de los truenos. Cuando me ve meterme entre unos arbustos le escucho insultar al aire aunque deduzco que es dirigido hacia mi, para el motor del coche y sale, cerrándolo todo para que no entre más agua.— ¿Qué haces? Te vas a mojar.
—¿Enserio? No lo había pensado. Vamos, te vas a poner enferma.
—Shhh. —Me agacho entre los arbustos y recojo dos bolitas peludas que hacen que Noah abra los ojos de par en par.
—¿Cómo los has visto?
—Cuando han visto las luces del coche han corrido para esconderse. —Le señalo el coche para que me abra la puerta y pueda poner a los cachorritos a salvo. Para cuando hemos vuelto a retomar el camino, su coche está casi tan inundado como lo están las calles, y no sé si se habrá enfadado pero yo desde luego estoy muy feliz y no puedo dejar de mirar con una sonrisa tonta en la cara a los dos pequeños durmiendo en mi regazo.—¿Te los vas a quedar a los dos?
—Supongo, no quiero separarlos.
—Una lástima, pues me pido ser su padrino. —Entonces me doy cuenta de que no le molesta lo más mínimo y que él tiene la misma cara que yo cuando los va mirando de reojo, vigilando que no les pase nada como si temiera que yo los fuera a soltar al mínimo bache.Llegamos a mi apartamento y para el coche delante de la puerta para ayudarme a subir a los pequeños. Una vez arriba, los secamos juntos y para cuando se va ya casi es de día así que decido hacer tiempo antes de ir a comprar todo para mis nuevos compañeros de piso hablando con mi familia.
Mi madre ve los perros y casi le da algo, nunca me había dejado tener uno en casa porque dice que soy demasiado torpe hasta para cuidar de mi misma, pero mi hermano Carlos ya está suplicando por venir a verlos y casi me siento molesta porque prefiriera visitarlos a ellos que a mi.
Voy al supermercado que hay al lado de mi casa corriendo para que no pasen mucho rato solos y en la sección de mascotas les compro todo lo que encuentro. Parece que olvide que estoy ahorrando para los muebles de mi casa pero en el fondo lo sé, solo lo estoy ignorando. Todo de lo que tengo que comprar dos lo elijo con sus iniciales, E y L, por Esra y Lennon, los nombres que elegimos Noah y yo. Según él uno es macho y el otro es hembra aunque yo no he conseguido distinguirlos en ningún momento.Vuelvo a casa corriendo y les pongo un poco de comida mojada en agua para que quede más blanda como mi hermana y yo hicimos una vez cuando rescatamos a un gatito. Después de comer comienzan a jugar por primera vez en todo lo que llevan en mi casa y decido mandarle una foto a Noah.
-Los pequeños ya están al ataque ;)
-Cuida bien de mis hijos o habrán represalias
Sonrío al leer su mensaje y le voy a responder justo cuando Emma me llama y me obligo a contestar.
—¡Hola Emma!
—Sof, ¿estás practicando tus frases? Mañana por la mañana te llevaré al rodaje, debes estar lista.
—Emmm, no, pero no tienes por qué preocuparte, son solo dos frases y me las sé perfectamente.
—Es tu primer trabajo, no puedes tomártelo a la ligera, ponte ahora mismo a practicar.
—Es que estoy un poco ocupada...
—¿Qué es más importante que tu trabajo?
—¡Cachorritos! —Se hizo el silencio al otro lado de la linea a la vez que los pequeños lloran y intentan trepar encima mío, con lo que me aseguro de que Emma lo oiga y la puedo escuchar suspirar.
—¿Necesitas ayuda?
—Me puedes acompañar al veterinario esta tarde.
Cuelgo antes de que se niegue y ya puedo sentir la victoria. Saco las etiquetas de los collares y me dispongo a ponérselos pero me doy cuenta de que sigo sin saber distinguirlos así que acabamos jugando al pilla pilla, ellos huyendo de mi mientras yo les intento levantar las patitas para poder mirar. A Noah le han dejado sin quejarse ni escaparse y de mi huyen, me parece muy injusto porque yo soy la que les da de comer.Cuando al fin puedo tumbarme a mi cama por la noche después de dos días sin tocarla, siento mucha paz que se ve interrumpida por los cachorros intentando subir a la cama. Los he llevado al veterinario con Emma y todos están enamorados de ellos. Por suerte, están sanos y ya tienen todas las vacunas así que podré sacarlos a pasear dentro de poco. Incluso me ha dado tiempo de practicar mis frases con lo que me voy a dormir muy relajada a la cama porque todo está como tiene que estar. Salvo que no puedo dejar de pensar en Noah y me cuesta un rato dormirme, pero estoy tan cansada que decido que meditaré sobre ello mañana, aunque en condiciones normales me habría quitado el sueño por completo.
Estoy muy decepcionada. Todo el glamour que me imaginaba desapareció nada más llegar al set. Me dieron la ropa y me mandaron a una habitación diminuta en la que cambiarme. Emma me maquilló, dije mis frases y en cinco minutos ya estaba de nuevo en el coche yendo a casa. Emma me está dando una charla motivadora sobre que los inicios son duros pero merece la pena y muchas otras cosas que me niego a escuchar. Por suerte, su teléfono la interrumpe y pone el manos libres.
—Emma Hall, dígame.
—Hola Emma, eres la representante de Sophie Williams, ¿verdad? —Así es como se consigue mi atención al instante.
—Sí, lo soy.
—Venía para comunicarle que ha conseguido el papel de Verónica en la película de Sierra Burgess es una perdedora, si lo acepta podemos firmar el contrato de inmediato.
—¿El papel de Verónica? Pero hizo el casting para ser un personaje secundario, debe ser un error. —La miro como si se hubiera vuelto loca. ¿Qué hace?
—Sí, pero parece que tiene un amigo dentro de la producción...Estoy a solas en mi apartamento jugando con la cola de Esra y escuchando los pitidos del teléfono a la espera de que Noah me conteste.
—¿Hola?
—¡¿Cómo has podido hacerme esto?! —Le grito al borde de las lágrimas.
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Irreal | Noah Centineo
FanfictionParece mentira lo rápido que puede cambiar tu vida. Un día estás en casa de tus padres y al siguiente te has mudado tú sola a Los Ángeles para seguir tu sueño, la actuación, y ahí es donde todo comienza de nuevo.