la Biblia dice en Génesis 1: 26 al 28 Y dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y ejerza dominio sobre los peces del mar, sobre las aves del cielo, sobre los ganados, sobre toda la tierra, y sobre todo reptil que se arrastra sobre la tierra. Creó, pues, Dios al hombre a imagen suya, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.
El varón según el Zoar y el ben Sira es llamado Adán, pero la mujer no es llamada Eva, sino Lilith.
Lilith, una mujer que representa -en un aspecto teológico- el pecado, lo profano, lo seductor, lo destructor y la muerte.
En la Biblia es nombrada como la reina del cielo o la gran ramera. Siempre que se habla de ella en el mundo de lo espiritual, es señalada de llevar al hombre, al macho, a pecar sexualmente y en algunos relatos es la culpable de sus sueños húmedos. La relacionan con el genocidio de niños por culpa de su desobediencia al Dios que gobierna desde los cielos.
Pero no todo es malo, para el feminismo es un icono, pues se revelo contra el hombre, no se dejo subyugar, ni oprimir por él. Por mandato divino, el hombre era la cabeza, el director, el gobernador de ella.
Lilith, confrontó a Dios y se liberó del yugo machista, heteropatriarcal. Ella es una luz al final del túnel, es el santo grial, el verdadero, el símbolo de la liberación.
