MAR DE LUNAS

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Érase una vez un marinero que surcaba las bravas olas de un mar maldito; donde miles de almas se habían perdido en el fondo del mar, donde marineros como él habían dando su último respiro pero, esto para él era una soberana tontería.

Engaños y más engaños.

Había escuchado la leyenda de aquel mar y sin embargo, lo único que le interesó fue lo que había en Isla de los Mercenarios; donde nunca nadie había pisado y por lo tanto, la fortuna seguía intacta y a la espera de alguien que se apoderara de ella. Y sí, esa persona sería él así que mientras miraba al horizonte con una sonrisa engreída y con una actitud completamente desafiante, sentenció: —Atrévanse, malditos.