PROLOGO

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Dan
Julio 25 del 2002

Es horrible. Esa sensación que lo llenaba lo lastimaba, ver a la mujer que lo trajo al mundo en aquel cajón le dolía como nunca nada, era más fuerte que caerse o golpearse en el dedo chiquito del pie, nada podía describir como se sentía, en ese momento tenía muchas dudas, no sabía qué hacer..

¿Tenía que odiar a su propio hermano? No, eso no le hubiera gustado a su mamá. ¿Es culpa de Doug o de Louis? No lo sabía... De no ser por el partido o si Doug hubiera esperado un poco más. No, no puede culpar a ninguno de sus hermanos, no ahora. Tenía que ser fuerte.

-Papá... - Dan pudo escuchar el susurro de Louis que era apenas audible - ¿Fue mi culpa? ¿Yo hice que mamá M muriera?

Dan sabía que esas palabras habían roto el corazón de su padre, pero también que no era el único con dudas, que Lou también las tenía. Pues Lou creía que por él mamá M no había estado en casa o en un lugar apropiado cuando la cogieron los dolores de parto, pues él la había obligado a ir ese día al final de temporada. Otra vez estaba siendo obligado a separarse de su mamá, primero mamá A y ahora mamá M, estaba maldito, lo sabía.

Dan, que para ser un niño de siete años era muy inteligente y sabía analizar todo muy bien; miro a uno y cada uno de sus hermanos y decidió como él mayor de los cinco que el sería el fuerte, el que estaría para cada uno de ellos cuando lo necesitasen. Ese día, Dan creo su muro de piedra, uno donde solo sus hermanos tenían un pase de entrada.

-No, claro que no. Así lo quiso el Señor, así tenían que ser las cosas.- Dijo Adam mientras acariciaba el cabello de su segundo hijo.- Así lo quiso...

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Dan paso todo el camino al lago convenciéndose de que era verdad, de que sería la última vez que irían allí juntos, que iban a despedir a su madre.

Al llegar, Adam les pidió a Dan y Lou que le dijeran unas últimas palabras a su madre y aunque ninguno de los dos deseaba decirlo porque lo hacía real, lo hicieron para que ella supiera que ellos la amaban y siempre lo harían aunque no estuviera más.

Los tres lloraron, mientras que los gemelos que aún no podían comprender que ocurría allí jugaban y se correteaban por todo el lago. Adam cogió al pequeño Doug mientras pensaba en Mía, buscaba la manera de comenzar a criar a los tres menores, pero sin Mía sería difícil seguir.
Adam se apartó un momento de sus hijos, aún tenía que decirle... aún tenía que despedirse de la manera correcta. Tenía que expresarlecuanto la amaba, al menos una última vez.

-Mía, princesa... ¿Cómo voy a seguir sin ti? ¿Sin esa sonrisa matadora cada mañana? Dime ¿cómo hare para llegar cada mañana y no verte con un libro en la mano? dime ¿cómo podremos seguir sin tu amor?¿cómo vas a irte y dejarme solo, como vas a irte y dejar a seis hombres solos? Eso es egoísta Mía, eso no es justo, no se supone que tu te ibas a ir primero, no era el plan, íbamos a criar juntos a los niños a volvernos locos con los gastos pero ahora me abandonaste... y... Mía no sé cómo seguir, mi familia es lo único que me importa tenía pero ahora no estas dejando con un sentimiento de impotencia...pero no puedo estar enojado porque Mía...te amo. Y, te prometo que siempre serán ellos primero, ante todo nuestros hijos. Pero, por favor ¡no me dejes!...

Y por más fuerte que Dan intento ser al escucharlo, esas palabras pudieron con aquellos muros que acababa de formar alrededor de sus temores y dolores, se derrumbó. Pero teniendo aún muy claro que después de este día, él sería el fuerte de la casa.

Abril

Julio 25 del 2002

-¡No! Para, por favor, la niña está durmiendo no quiero que escuche.

Abril estaba a punto de dormirse cuando escucho la voz de su madre, la pequeña no sabía cómo reaccionar, pero ¿cómo podría saber? Solo era una niña con no más de cinco años pero a esa edad en la que las niñas tienen en el mayor pedestal a sus padres pues son las niñas de sus ojos, y ellos su primer príncipe azul Abril nunca imagino que su padre le provocara esos gritos a su madre, pero la vida no era perfecta y en esta historia muy pronto el príncipe azul de Abril seria solo Emma la mujer que acaba de escuchar gritar en el piso de abajo.

-¿Mami? -Abril la llamo por lo bajo sin saber si las personas malas le harían daño a su madre si la escuchaban.

Abril, que solo quería que su mamá la abrazara, salió de su habitación y más asustada de lo que nunca había estado en su vida bajo escalón por escalón junto a señor bigotes.

-¡Por favor, para. No lo hagas James, por favor... te lo suplico! - Abril comenzó a llorar al escuchar el tono de voz que su mamá había empleado en su suplica, pues James su padre estaba a punto de hacer algo que Abril nunca tuvo que haber visto, que rompió cada sentimiento que una niña podría tener hacia su padre.

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Abril estaba junto a Emma en el momento en que James cruzo la puerta de la casa, Abril no quería mirarlo, el día anterior ese hombre era el caballero que siempre la rescataba de sus peores pesadillas pero a partir de la última noche él era el hombre que las protagonizaría por un largo tiempo, por su lado Emma no podía permitir que James intentara alguna vez volver hacer lo de esa noche y mucho menos que se lo intentara hacer a Abril... Primero ella, siempre sería primero su hija y luego el resto.

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⏰ Última actualización: Oct 04, 2020 ⏰

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