Me encontraba en un bosque cuyos árboles tenían forma de conejo, su cuerpo representaba el tronco, el pelo era la copa del árbol de color rosa, de repente se me ocurrió acercarme a uno de los árboles para arrancar una rama, por impulso la lleve a mi boca como si fuese comida, al masticarla descubrí que los árboles estaban hechos de chocolate comestible, me pregunté porqué en mi casa no había árboles de este tipo.
Pasó a mi lado un delfín con piernas y un maletín en su mano izquierda, con un moño en el cuello cantando música de barrio al ritmo de sus pasos, automáticamente deje de prestarle atención al árbol y quise dialogar con esa nueva especie de delfín, me acerqué a dirigirle la palabra:
-Hola, ¿Cuál es tu nombre? – pronuncio con entusiasmo
-Hola, señorita, me presento, mi nombre es Heráclito, tengo 935 años y provengo de Atlantis. Ahora, ¿Cuál es el nombre de una bella señorita como usted?- dice intrigado
- Ay. Gracias por el halago, Mi nombre es Jazmín- le respondo extrañada
- Disculpe mi atrevimiento, ¿a que se debe esa extrañeza en su cara?
- No es usted atrevido, señor Heráclito, simplemente es que nunca he estado en este país donde todo lo que alguna vez me hubiera gustado tener está presente, quisiera que estas cosas estén en mi ciudad, o aunque sea en mi país, además después de todo lo que me ha contado mi padre sobre los países exteriores, no entiendo porqué es tan diferente a lo que él me relató
- Oh jazmín simplemente déjate llevar y disfruta de este país al cual probablemente viajes pocas veces, es una aventura irrepetible, joven.
Me quedé paralizada en el lugar reflexionando lo que me dijo aquel delfín, a mi derecha había un largo sendero que se iluminaba por velas a ambos costados del camino, empecé a caminar y a medida que avanzaba notaba que los colores del lugar se volvían mas grises y oscuros, llegué a una mansión de aspecto tenebroso, de fondo se escuchaba el canto de un búho, mientras contemplaba el cielo tormentoso, golpee la puerta de esa mansión y para mi sorpresa me atendieron unos gnomos coloridos, me hicieron entrar y me recibieron acogedoramente, me sirvieron té y me detuve a observar los interiores de aquella enorme y bella mansión, además de ser colorida y alegre, los gustos de su dueño eran bastante extravagantes, tenia en la pared mas grande, colgada las cabezas de los mejores futbolistas de la historia, con un botín encima de su cabeza y una tarjeta que indicaba sus nombres, no me sorprendió luego de todo lo que ya había visto en este mundo, repentinamente, un mayordomo de unos 2,60 metros atravesó agachándose una de las puertas de la habitación en la que me encontraba, venia con una bandeja llena de chocolates milka-oreo y una taza de café, el mayordomo se acercó a mi y pronunció:
-Mucho gusto señorita, esta bandeja ha sido preparada especialmente para usted, mientras espere que el amo de esta mansión baje a recibirla- dejó la bandeja encima de una mesa ratonera en frente de mi y se retiró de la habitación.
Sin siquiera darme tiempo a preguntar nada aquelmayordomo ya se había retirado, su aspecto generó curiosidad en mi, iba vestidocon un traje de color verde y una bufanda violeta, una pulsera con casi todoslos colores del arco iris en su mano izquierda y unos extraños zapatos depayaso. Continuamente me preguntaba como seria el dueño de
aquella mansión tan extravagante mientras comía y bebía con gusto lo que dejo aquel mayordomo en la bandeja.
Cansada de esperar me levanté de mi asiento y fui a buscar al dueño que cada minuto me generaba mas duda de cómo seria, si era alto, flaco, si era humano, quizá un dragón con apariencia adorable y antropomorfo, tal vez alguien malvado y calvo, o probablemente una ancianita, cuando me acerque a una de las puertas para poder atravesarla, antes de tomar el picaporte que curiosamente tenia forma de un trofeo de futbol, alguien la abrió del otro lado
-te pido disculpas por mi tardanza- Pronunció un joven de mi edad, con unos centímetros mas de altura y una vestimenta mas parecida a la que acostumbraba a ver y no tan extraña como la del resto que habitaba en este mundo
-Oh, no pasa nada- Respondí- tu debes ser el hijo del dueño de esta lujuriosa y extravagante mansión, ¿me equivoco?
- efectivamente, te equivocas, soy ni mas ni menos que el mero dueño de la mansión.
- No puede ser que alguien con tu edad sea dueño de esta mansión
- ¿Quién dice? – me respondió con un gesto de incomodidad en su rostro
-Yo- respondí tratando de rematar
- ¿Y que autoridad tienes tú?- con una mueca de enfado
-Mi nombre es Jazmín y exijo ver al dueño- respondí cansada de aquel niño
-¡Soy yo! – respondió con un grito que parecía berrinche de niño de 4 años
- Está bien, ¿podrias explicarme como has conseguido todo esto si no trabajas?
-Pues, por lo que veo acabas de llegar a este mundo, te explicaré;
En este mundo todo lo que desees y quieras tener es posible con solo imaginarlo, es decir, puedes crear lo que quieras, el unico limite será tu imaginación, pero el problema de esto, es que solo son posibles si son tus gustos mas puros y sinceros
- Pues eso no tendría sentido- acoté
- Pruébalo y verás- me respondió mientras un gorro se materializaba sobre su cabeza
- ¿¡Cómo has hecho eso!?- exclamé sorprendida por como apareció aquel sombrero sobre su cabeza
- Imaginándolo, intenta y verás...
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El Mundo De Las Maravillas
Short StoryUn mundo de maravillas en el cual ocurren todas las cosas que deseamos