Ámala, hazle reír como nadie lo ha hecho,
regálale los mejores días y habla con ella cada vez que te acuerdes de esa risa tan peligrosa.No seas empalagoso que todo lo dulce cansa,
apriétala cuando sea necesario, haz que arda
mientras le mandas mensajes al rojo vivo
y os morís por teneros en frente.Piensa en ella, no la abandones, su mente es su peor enemiga, dale espacio y nunca creas que todo saldrá bien, es incalculable.
Deja el tiempo pasar, sabréis mediante los días si es mejor abandonar o seguirla en sus aventuras mentales sin objetivo alguno.
Hazle el amor y constrúyele un universo paralelo para sentiros libres, pero juntos.
Cuéntale tus problemas y haz que los suyos sean simples anécdotas sin importancia.Ámala, hazlo de verdad, que su risa nunca se apague, porque ella no sabrá jamás que lo nuestro fue únicamente por la suya.