De nosotros [HUNHAN]

Capítulo 8.

—¡¿Y qué pasó después?! —Xiu Min estaba prácticamente encima de Lu Han, sin poder terminar de creer lo que éste le contaba, pero mostrando lo curioso que llegaba a ser con ciertos temas, atento a cada palabra.

—Nada —le dio una mordida más a su rebanada de pan tostado con mantequilla.

—¡¿Nada?! —Exclamó—. ¿Cómo...?

—Le expliqué que vivo ocupado y que no puedo estar con nadie en plan romántico por ahora —hizo una breve pausa—. Y él lo entendió —suspiró—. Nos fuimos a dormir poco después de eso. Desayunamos algo ligero a la mañana siguiente, él volvió a su casa y ya. Eso es todo.

—¡Lu Han!

—No pasó nada más, Xiu Min. En serio.

El castaño terminó con su desayuno, se levantó con el plato sucio entre las manos y fue a lavarlo, esperando que su mejor amigo no hiciera más preguntas acerca de la noche lluviosa que Se Hun había pasado en ese mismo apartamento.

—Tonto, ¿ves cuánta razón tenía? —Xiu Min se acercó a él y le picó un costado—. Te gusta Oh Se Hun.

—¡Oye! —Dio un pequeño brinco al sentir que el contrario lo picaba—. Bueno, eso ya lo admití... Por fin.

—¡Y tú le gustas a él, amigo! —Una sonrisa se extendió por sus labios—. ¿Dejarás pasar la oportunidad de tener algo hermoso con alguien? Dime que no eres tan bobo, por favor.

—Xu Bao es mi prioridad, lo sabes bien —fue su única respuesta.

—Ya basta, Lu, sólo te estás dando excusas —le dijo mientras lo miraba con una seriedad poco común en él—. Deja de hacer eso —pidió—. Se Hun es un buen chico, no te queda ni la menor duda al respecto. Se gustan. Xu Bao también lo adora, estoy seguro de que Se Hun podría ayudarte a cuidar de él si se lo pidieras, y así el pequeño no tendría que acompañarte al trabajo todos los días. Se Hun tiene las tardes libres, ¿lo sabías?

—Xiu Min, ya sé en qué estás pensando, sólo déjame detenerte desde ahora y decirte que no va a pasar —negó un par de veces—. Empezar a salir con Se Hun no es la decisión más sabia que podría tomar en este momento. Punto final.

—Te gusta complicar las cosas, ¿no es así, Lu? —Dejó salir un suspiro—. Supongo que, como tu mejor amigo, es mi deber ayudarte —sonrió de lado—. Te haré una pregunta, pero sólo puedes responder "Sí" o "No".

—Supongo que debo estar de acuerdo —se encogió de hombros.

—Así es —asintió—. No hagas que me vuelva loco y me den ganas de ahorcarte.

—Ya. Sólo pregunta.

—¿Te gustaría que el beso con Se Hun se repitiera?

Lu Han desvió la mirada y se mordió el labio inferior. Aunque sus acciones estaban hablando por él, si ya había admitido sus sentimientos en voz alta un par de veces, no comprendía por qué Xiu Min quería escucharlo de nuevo. Aun así terminó por contestar con un "Sí".

El pequeño Xu Bao iba entrando a la cocina en ese preciso instante, por lo que había alcanzado a escuchar tanto la pregunta de su tío Min como la respuesta que su padre dio a la misma.

—¿Besaste a Hun? —Cuestionó inocentemente, acercándose más.

—¡Xu Bao! —Quería preguntarle a su hijo qué tanto había escuchado, pero era demasiado obvio.

—¡Sí! —Dijo Xiu Min—. ¿No es maravilloso? ¡El amor llegó a las puertas del corazón de tu papá!

—¡No! —Exclamó Lu Han—. Yo no lo besé, él me besó. ¡Y no estoy enamorado! Deja de decir tonterías, Xiu Min —volteó hacia otro lado—. Bueno... Es cierto que Se Hun me gusta, pero eso es diferente —murmuró.