El Rebelde Y La Bailarina

¿Tú bailas?

Al despertar no sabía donde me encontraba. y me entró un poco de miedo, pero luego fui recordando poco a poco todo lo pasado la noche anterior. Me levanté y fui al cuarto de baño. Hice mis necesidades, me lavé los dientes y me di una ducha. Al salir me vestí con una ropa cómoda de hacer ejercicio, pues tenía pensado explorar la casa y puede que salir a correr por los alrededores, eso si me dejaban salir.

Salí de la habitación con cuidado de no despertar a nadie, pero al ver el movimiento de las criadas supuse que todo el mundo estaba despierto ya. Comencé a avanzar sin ningún rumbo fijo, observando los cuadros que había a todos lados de los pasillos. Cuando ya llevaba un rato caminando empecé a escuchar música. No me hubiera acercado al sonido si hubiera sido una música clásica, que iba más acorde con la situación, pero no, era una música que podía sonar en cualquier radio. Encontré una puerta entreabierta, y miré por el espacio que había. Dentro notaba movimiento. no quería ser cotilla, pero al final acabé abriendo la puerta del todo. 

Me encontré a Will dando vueltas por toda la sala, la cual tenía un espejo que recubría toda la pared del fondo. Él llevaba unos pantalones largos y no tenía camiseta, se veía que estaba en plena forma. Tenía las manos detrás de la nuca, como si estuviera frustrado. Comenzó una nueva canción: Natural, de Imagine Dragons. 

Él paró de dar vueltas, cerró los ojos y respiró un par de veces. estaba sudando. Luego de unos segundos empezó a hacer movimientos que conocía muy bien. Estaba bailando. Dio un par de vueltas y piruetas, lo hacía bastante bien. Llegó a hacer un movimiento que desconocía, y la curiosidad me pudo. Me acerqué más, el paró al verme. Parecía sorprendido.

-Enséñame a hacer eso.-le dije lo más seria posible-

Él apagó la música y se acercó lentamente a mi. Cuando nos separaba menos de un metro, se secó el sudor de la frente y elevó una ceja, gesto típico en él.

-Solo los profesionales pueden hacerlo, preciosa.-me guiñó un ojo y luego comenzó a alejarse de mi-

Omití lo del cumplido y seguí impasible.

-Por eso quiero que me lo enseñes.

Se detuvo.

-Espera...-se giró y me contempló divertido-¿Tú bailas?

Asentí como si fuera obvio, aunque luego reconocí que no lo era.

-No me lo creo.-se echó a reír, yo seguía seria-Ah, ¿que va en serio?-se secó una lágrima falsa-Vale, vamos a hacer un trato.-ahora subí yo una ceja interrogante-No pienso perder el tiempo enseñándole a una principiante pasos de baile, así que si me demuestras que sabes bailar igual de bien que yo, o incluso mejor, que no lo creo... Te enseñaré el paso.

Asentí y comencé a hacerme una coleta, luego me descalcé y aparté los zapatos. Will me contemplaba con una sonrisa en los labios. Cuando ya estuve lista esperé a que pusiera música, pero como no lo hizo me acerqué yo al reproductor. Justo cuando iba a escoger una canción él llegó y me apartó de allí.

-No te lo voy a poner tan fácil, yo escojo la música.

Lo que faltaba. Me fui al medio del salón esperando a que comenzara la canción que había escogido. Antes de que comenzara me asusté un poco. Solo me habían visto bailar mis compañeros de baile, mis padres, y desconocidos. Pero no una persona que conocía y me daba vergüenza bailar ante ella. Antes de que pudiera seguir pensando y atemorizándome a mi misma, escuché algo. Pensé que sería trap o algo por el estilo, pero me sorprendí al escuchar una canción que parecía bastante normal. Al principio no pude recconocerla, pues sonaba baja la canción, pero luego supe de cual se trataba. Era Dynasty, de MIIA.