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Narra Hoseok:

Me coloqué en frente del espejo de mi habitación para arreglar mi cabello oscuro y lacio, dejando que el peine me ayudara mucho en ello. Acomodando cada cabello fuera de lugar en donde me haria ver como todo un loco. Luego de eso me dediqué a mi reflejo una sonrisita de alegría con nervios en mi estómago. Al parecer eso que dicen de tener mariposas es cierto. Tenía mis nervios en el techo queriendo salir a la luz. No se si pudiera disimularlo esta noche pero, de algo estoy seguro, no debo estropear nada de nada. No puedo hacer el ridículo en una cena romántica, al menos no en esta.

Suspiré pesandamente borrando poco a poco mi sonrisa. Mirando una línea recta en mis labios sin nada que expresar, sin nada que sentir. Así estuve todas estás noches, llorando, escuchando música deprimida y mirando las redes sociales de Taehyung. No tenía mucho pero con eso me bastaba para extrañarlo demasiado. La última vez no fue tan lindo nuestro reencuentro. La verdad me dieron ganas de llorar y gritar por las cosas que sentía con él, pero la verdad es que al final de tantos sentimientos encontrados, no podía hacer nada. Como si estuviera encadenado a no hacer ni decir absolutamente nada.

Acomodé mi corbata que combinada con mi traje que elegí con tanto cuidado para usarlo esta misma noche. Luego agarré una botella de perfume que estaba cerca de mi. Lo coloqué a la altura de mi cuello y presioné el botón varias veces para que las particulas olorosas se impregnaran en mi ropa, completando a un hombre perfectamente asicalado.

Me alejé del espejo que tenía en frente mío y caminé hacia mi cama escuchando el sonido de mis pasos que provocaban esos zapatos nuevos. Mordí mis labios para controlar mis emociones cuando vi que en mi celular que permanecia reposando en la cama tenía un mensaje. Los abrí rápidamente sin pensarlo dos veces.

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Hice un puchero con mis labios rosados gracias al poco maquillaje que me coloqué. Pues ahí estaba yo en mi sofá más grande. Recostado con la mirada en el techo y una copa de vino en mis manos. Habían pasado 40 minutos desde que me dijeron que venían por mi.

Oreo «Yoonmin» Donde viven las historias. Descúbrelo ahora