¿Alguna vez has sentido que tu cuerpo...simplemente ya no es tuyo? bien, si la respuesta es sí, entonces, permíteme compartir contigo un lazo.
Puede que el inicio no sea lo más hermoso o puede que, ante tus ojos, al menos sea un comienzo valido. No lo sé, solo te pido, presta atención a cada una de mis palabras.
-Sal ya, maldita sea. -Gritó Daniela a todo pulmón desdé su auto. Estaba aterrada no quería seguir sintiéndome como una muñeca inflable, no quería continuar teniendo miedo hasta de mi sombra... no lo merecía.
Sabia que no podría escapar de ella, aun sí saliera por la puerta trasera no lograría huir. Camine hacía su auto y me subí en completo silenció, no, ni siquiera una mueca de mi parte.
-Siempre tan inexpresiva.- se burlo, sin embargo, la ignore. Como siempre. No sabia a donde iba, lo que sí sabia era a que.
En el momento que recargue mi cabeza sobre la ventana, comencé a imaginar un sinfín de hombres asquerosos. Me negaba rotundamente a volver a abrir mis piernas, a dejar que me tocaran tan insensiblemente. -No quiero hacerlo, acaso ¿No hay otra forma?
-Me importa un carajo lo que quieras, Violet. -Sonrió con falsedad-Ya han pagado la mitad, en cuanto la abeja tome el polen nos dará el resto.
-¿Qué demonios? ¿por qué ni siquiera me lo consultaste? ¿Qué te hace creer que puedes...-Daniela, molesta por mis ataques, tomo de mi cabello y tiro de el.
-No hace falta que te lo recuerde, ¿o si?-me miro directamente a los ojos, su mirada me estaba destrozando por dentro y por mas que quise sostenerla, cedí ante el miedo.
-Hay otras formas-dije mientras una lagrima resbala por mi mejilla-¡busca otra! -puso su mano sobre mis labios, se acerco de apoco a mi rostro y me besó con intensidad.
-No, no las hay. Te he dado suficiente tiempo, sin embargo, no me has pagado ni la mitad, ¿por qué debería confiar en ti? -soltó mi cabello y empujo bruscamente mi cabeza hacía la ventana-Esto no es nada personal, lo sabes. Tu única opción es acostarte con este bastardo y es la ultima oportunidad que pienso darte, de lo contrario...Bueno, ya sabes lo que pasara.
No protesto, solo me quedo en silenció procesando lo que pasara en un rato. Tal y como ella dijo; no tengo otra opción.
Cerré los ojos, cansada de esta conversación-Escucha, tienes suerte, el tipo no es para nada feo y tiene mucho dinero, quién sabe, puede que incluso te ofrezca un contrato-gire mi cabeza en su dirección y esta solo se encogió de brazos
-¿Te he dicho ya lo mucho que lamento haberme involucrado contigo?
-Sí. Sinceramente estoy considerando cortarte la lengua.
Antes solía disfrutar pasar el rato con ella, escucharla o incluso verla respirar. Con ella me sentía protegida, querida, pero todo eso se fue a la mierda al final. Mis expectativas sobre esta perra, eran demasiadas.
-Púdrete.
-¿Qué dijiste?
-¿Es necesario repetirlo? -la mire con desdén y, claramente a esta no le importo
-Deberías estar agradecida conmigo-suspiró y luego puso la mano que tenía libre sobre mi muslo, moviéndola de arriba a bajo-antes, solías decirme lo mucho que me querías, lo bien que te hacía sentir y ahora, solo me repites lo mucho que me detestas, tal vez suene algo sínico de mi parte pero ¿por qué? no lo entiendo, te lo he dado todo y lo único que te he pedido a cambio es que cierres los ojos y me prestes tu cuerpo. -se paso la lengua por su labio inferior para después morderlos levemente. Conocía esa reacción, comenzaba a sentirse frustrada.
-Estas tan mal.
De la nada ambas comenzamos a reír
-Ni lo menciones.- aún riendo, lagrimas comenzaron a rodar por sus mejillas
Ambas nos sumimos en el silenció, lo necesitábamos. Necesitábamos guardar las apariencias y recuperar la compostura, nadie podía ver a través de nosotras, simplemente no podían darse cuenta de que tan rotas estábamos por qué si eso llegaba a pasar, todo nuestro esfuerzo por salir adelante, habría sido inútil.
-Necesito un cigarro-Se limpio el rostro empapado de lagrimas con el dorso de su mano izquierda.
Me mantuve en silencio a pesar de que quería gritarle, golpearla, hacerla arrodillarse, pero lo único que logre hacer fue morder mi lengua, como siempre.
-Toma mi bolso, con mucha suerte encontrarás algunos ahí.
Hice lo que me pidió y al encontrarlos inmediatamente me lleve uno a los labios. -Hey, ¿Y el mío? - mire la cajetilla entre mis manos, respire profundamente y se la arroje a la cara. Sí, sabía que no lo dejaría pasar pero en ese momento me sentía indestructible.
Tenso la mandíbula y apreto el volante con tal fuerza que sus nudillos comenzaron a ponerse blancos, sin embargo, las palabras no dejaron sus labios y eso me aterro más.
Aún con el miedo recorriendo mi cuerpo, decidí hablar - Después de esto, desaparece de mí vida. Olvida que existo, olvidalo todo. Ya no te deberé nada. - Su respiración se volvió pesada, giro su cabeza en mi dirección, su mirada era demasiado sería, estaba decidida a destruirme.
-Esto termina cuando así lo desee yo. -habíamos llegado al lugar acordado. Esta respiro y bajo del auto.
Una gran sonrisa adorno sus labios mientras se dirigía hacía un hombre vestido de traje , enseguida me di cuenta de que este estaba lleno de lujuria. No mostro ninguna sonrisa y observo a Daniela como si de una araña se tratará, eso fue suficiente para darme una idea de lo mal que lo pasaría. Me coloque a un lado de Daniela y observe al hombre de arriba a bajo.
Miro el costoso reloj en su muñeca y con una mirada vacua, me miro. -No tengo tanto tiempo, así que démonos prisa- tomo de mi muñeca y tiro de ella con brusquedad, guiándome dentro de la cabaña
Mire por última vez a Daniela, su mirada antipática lo dijo todo.Me arrojo sobre la cama y comenzo a quitarse la ropa Me quede recostada sobre la cama, dispuesta a dejarlo consumir mi energía por completo. Me sentía asqueada pero prefería que las cosas terminaran rápido, aún si el hombre frente a mí era apuesto, eso no evitaría que la pasara mal.
Se subio encima mío y comenzó a quitarme cada prenda que le impedía desatar su deseo sexual, cuando por fin lo logro, Sin piedad apreto mis pechos y mordió mi cuello, cerre los ojos con fuerza pero eso solo hizo que el hombre sobre mi se molestará, molesto por mi falta de respeto coloco su gran mano sobre mi cuello y lo apretó -Abre los ojos-me exigio, hice lo que pidió, lo ultimo que deseaba era ser golpeada. Sus ojos y los míos se encontraron, odiaba esa mirada, detestaba sentirme como un juguete sexual, pero por desgracia, eso era para los hombres. Cuando menos lo espere, entró en mí provocando que apretara los labios debido al dolor, este continuó entrando y saliendo de mi sin perder el tiempo, logre escuchar los sonidos guturales que se le escapan debido a la excitación, su mano continuba sobre mi cuello apretando levemente mientras que la otra sostenia mis caderas con fuerza, hundiendo sus dedos en mi piel, sus labios estaban sobre mis pechos y no podía evitar que pequeños gemidos se me escaparan.
Después de un buen rato, se canso y cayó rendido en mi pecho sse quedó en esa posición quizás unos 2 minutos para luego levantarse e irse a la ducha-Cuando salga, no quiero verte más, el cheque ya le ha sido entregado a Daniela. -No lo mire a los ojos así que solo sentí y me apresure a salir de ahí.
Daniela estaba recargada sobre el auto, impaciente esperando por mí, sus pies no dejaban de moverse y sus dientes no dejaban a sus uñas en paz. Sus ojos se iluminaron al verme salir, sin embargo, al ver lo rojo que estaba mi cuello y lo hinchado que estaban mis labios, ese brillo comenzó a disminuir.
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DESTRUIRE TÚ CUERPO
FanfictionLuego del daño que has causado, la diferencia entre quedarte o irte es que, ambas me importan lo mismo. -Sam Chevalier