Ya eran seis años de que Yoongi y Jimin estaban juntos. Como toda pareja (o al menos la mayoría), ya estaban pensando en contraer matrimonio y tener hijos, aunque sea solo un bebé.
Pero había un problema...
Jimin era un Omega infértil...
Y no es que se dieron cuenta rápidamente, no, no, no. Lo intentaron tanto y nunca salía. Por lo que pensaron en la posibilidad de que Jimin fuera infértil, estéril. Decidieron ir al médico para realizarse aquellos exámenes que les quitarían todas sus dudas, sus preguntas...
Yoongi siempre le dijo a Jimin que tuviese paciencia, que las cosas siempre pasaban por algo. Que no hay mal que por bien no venga. Pues, los exámenes afirmaron que Jimin no poseía la capacidad de concebir un bebé, que no contaba con un vientre fértil, apto. No como cualquier joven Omega.
Después de aquella terrible noticia, Jimin cayó en una fuerte y violenta depresión. Yoongi siempre intentaba ayudarle en algo, intentar calmarle...
... y para eso, siempre utilizaba una metáfora:
"—Jiminie... tu vientre es como una nube de lluvia.. primero se hincha y luego de un tiempo, cae el agua. Aquellas gotas son la fertilidad... sólo debes esperar..."
Quizá eso no "alegraba" a Jimin, pero sí lo tranquilizaba y hacía que su amor por Yoongi aumentara más y más. No era algo lindo sufrir siempre, llorar cada día de su vida deseando aquel niño que su vientre no podía otorgarle.
Digamos que Jimin buscaba formas de distraerse, de sentirse completo, de no desvanecerse en tristeza y amargura... Por ejemplo aquella vez que ambos fueron a recolectar girasoles.
—Yoongi... Este es muy bonito. —Habló Jimin cortando uno de aquellos hermosos girasoles.
—Sí, todos son muy bellos, bebé...—Dijo Yoongi y abrazó a Jimin por la cintura.
Jimin lo miró y sonrió dulce. Su novio era la única razón que lo mantenía en pie. Si fuera por él, su propia sonrisa no sería más que un recuerdo...
Jimin dejó un cálido beso en el pálido cuello de su Alfa y miró hacia el cielo. Aquella tarde rojiza iluminó sus ojos azules, aquellos que cualquier Omega envidiaría y cualquier Alfa los desearía. Jimin era un Omega único, sin nada que se le pudiese comparar a los otros jóvenes. Él era una joya preciada, una piedra preciosa, arte tallado a mano.
Y Yoongi amaba hacérselo saber, hacérselo recordar...
Jimin miró el girasol y luego volvió su vista al cielo. Tomó una profunda bocanada de aire y suspiró. Era hora de hacer aquello...
Tomó bien el girasol y comenzó a arrancar pétalo por pétalo pronunciando:
—Seré fértil, no seré fértil. Seré fértil, no seré fértil...
Y así. A pesar de todas las desgracias que iban ocurriéndole luego de aquella mala noticia, Jimin aún permanecía con escasas esperanzas de que todo fuese un error, de que fuese una equivocación del médico.
Yoongi al escucharlo, cerró sus ojitos y disfrutó de la dulce voz de su bello y único Omega. Estaba sorprendido, Jimin era un joven muy fuerte sentimentalmente a pesar de no aparentarlo en lo absoluto...
Yoongi recuerda con claridad como Jimin le hablaba a sus flores, a sus hermosas rosas las cuales cuidaba con suma dedicación. Les contaba lo tanto que las admiraba por ser capaces de tener flores pequeñas... Se sentía bastante inútil delante de su flora.
Una de las tardes en las que Jimin y Yoongi salían a patinar juntos, Jimin paró a descansar. Decía que se sentía mareado, que era mejor detenerse; al menos un momento.
—¿Te encuentras bien, Jiminie? ¿Quieres ir a un doctor?
—No, no. Estoy bien. Solo estoy algo mareado, eso es todo, hyung. —Afirmó el Omega con una sonrisa débil.
Y así fue varios días...
Jimin sufría de muchos mareos constantes, pero se rehusaba a ir al doctor. Él aseguraba que no era nada extraño, que se le pasaría pronto y que todo estaría como normalmente lo estaba. Pero Yoongi no lo veía así. Él estaba muy preocupado por su pareja; no quería que le sucediera nada en el mundo.
Todos los cumple mes que ellos pasaban juntos, iban a algún lugar cálido, tranquilo y suave. Y con suave, me refiero a que este mes irían a una pradera llena de tulipanes en tonos rosa pastel. Jimin amaba sumamente las flores.
Cuando la pareja llegó y se instaló cómodamente en la vacía colina llena de flora, Yoongi tomó varias flores y con una rama de sauce, le hizo una bella corona de tulipanes a su Omega precioso. Se la colocó y le dio un delicado beso.
—Amo como te ves con esa corona. Eres mi rey. Solo mío. —El alfa lo miró enamorado.
Jimin sonrió sonrojado, sintiéndose halagado. Pero un malestar repentino, los interrumpió.
—Jimin, bebé, ¿te encuentras bien?
Jimin solo asintió y abrió su boquita para responder: —Tengo náuseas, Yoongi...
Y así fue como sin más, Yoongi comenzó a notar raro a su pequeño Omega. El hermoso jovencito se paseaba inquieto por toda la casa. Decía que tenía antojos, que quería comer cosas dulces sin parar, que quería acabar con las náuseas y los dolores terribles de cabeza.
Y Yoongi no quería ilusionarse: porque todos aquellos síntomas, eran los de un Omega preñado.
Era imposible. Jimin era infértil. Jamás podría tener un bebé o algo parecido a concebir...
Pero ese día, todo cambió...
Jimin volvió de una farmacia algo apresurado; había comprado una reliquia que podría convertir el día presente en el mejor de su vida, o simplemente aumentar su mismísima depresión. Suspiró y se encerró en el baño.
Yoongi se encontraba en el sofá leyendo el periódico mientras tarareaba una canción pegadiza que siempre pasaban en la radio. Jimin no salía; Yoongi no sabía donde se había metido su pequeño Omega travieso.
—¿Jimin? ¿Dónde estás, pequeño? —Preguntó el paliducho mirando hacia las escaleras.
Se encogió de hombros y bostezó. Escuchó un chillido y se asustó. Dejó el periódico a un lado del sofá, y subió corriendo a ver que todo estuviese en orden. Y se encontró a un Jimin llorando en la puerta del baño. Con la mirada de Jimin, no sabría descifrar si era un llanto de tristeza o felicidad.
—¡Hey, bebé! ¡¿Qué te ha ocurrido?!
—Yoongi... Estoy preñado...
FIN.
Espero y les haya gustado<3
¡Abrazos y besos~!
°lightbluemin°
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Nube ☁ ym {os ; omegaverse}
Short StoryJiMin es un joven estéril. No puede concebir bebés como normalmente lo haría cualquier joven omega. El trauma y el deseo de tener un niño con Yoongi, se mezclan creando una importante depresión. Yoongi para consolarlo, utiliza una metáfora... "-Ji...